Gilbert Araceli
Artista guayaquileña nacida en 1914, hija del Dr. Abel Gilbert Pontón y de la Sra. Leonor Elizalde Bolognesi.
Tuvo la suerte de estudiar y asimilar las técnicas desarrolladas al influjo de varias corrientes artísticas: Primero, entre 1936 y 1939 asistió a la Academia de Bellas Artes de Santiago de Chile, donde se inició en un “objetivismo limpio y exacto” bajo la dirección de maestros de la calidad de Hernán Gazmurri y Jorge Caballero, considerados por los historiadores chilenos como cimas del arte y unos de sus más notables representantes; luego volvió a Guayaquil donde recibió la savia renovadora de Hans Michaelson, quien fue su maestro entre 1942 y 1943; y al año siguiente viajó a New York, para asistir a la Ozenfant School of Fine Arts, dirigida por Amádée Ozenfant, cofundador, con Le Corbusier, del “purismo”.
Volvió luego al Ecuador donde desarrolló una etapa de su obra en la que se destacó“una simplificación de las formas frente a un planteamiento concreto del uso del color”. El más importante ejemplo de esta época es “Composición con Máscaras” (1946), pintada en Quito en una época de profundos cambios ideológicos” (Juan Castro y Velásquez.- El Universo, En. 30-2000).
Con toda esa experiencia en 1951 viajó a París para nutrirse del arte no figurativo, y donde los medios plásticos -exclusivistas y celosos- la acogieron como antes habían acogido a Rendón. Entonces, respaldada por la Escuela de París, llevó y exhibió su obra en varias capitales europeas, y en el Realités Nouvelles, el gran salón de la vanguardia parisina. Por esa época y hasta 1952 trabajó como asistente de Jean Dewasne y de Edgar Pillet, pero quien definitivamente influenció en sus conceptos pictóricos fue fue Auguste Herbin, uno de los mentores del grupo Abstraction-Creation.
Luego de enriquecer su técnica y depurar su expresión formalista, habiendo logrado integrar color y forma en perfecta y equilibrada relación, volvió al Ecuador donde su primera muestra -realizada en Quito en 1959- constituyó un verdadero acontecimiento artístico cultural. Posteriormente, en 1960 asistió al IV Salón de Octubre en Guayaquil, y al año siguiente al “Mariano Aguilera y, donde su obra fue la más aplaudida y reconocida.
Fue precisamente en la década del 60 cuando su pintura alcanzó relieves extraordinarios que quedaron plasmados en obras como “Composición Sobre Blanco” y “Formas en Equilibrio” (1961) y “Réquiem por Sydney Bechet” (1963).
“A comienzo de los setentas, el paso al acrílico abre nuevas posibilidades a su cromática, que llega a conjugar exaltados colores. El juego geometrizante de piezas casi ópticas se dinamiza por el color” (Hernán Rodríguez Castelo.- El Siglo XX en las Artes Visuales de Ecuador, Banco Central de Guayaquil).
Surgieron entonces obras como “Naranja Rosa” (1972), “Modular No. 4” (1978) y “Rojo y Negro” (1985); partes de una gran producción de más de 80 obras localizadas en diversos países como Chile, Estados Unidos, Francia, Suecia y Brasil.
Considerada como una de las figuras más destacadas de la pintura ecuatoriana, esta “maestra que ayudó a develar nuevos rumbos y códigos visuales inteligibles para la sensibilidad moderna” recibió -en 1989- el Premio Nacional Eugenio Espejo.
Lenín Oña, curador e investigador de su obra “señala que la pintora se destacó por introducir el abstraccionismo en Ecuador cuando existía un ambiente hegemonizado por el realismo social y la pintura indigenista” (El Universo, Oct. 13/04).
Araceli Gilbert murió en Quito, el 17 de febrero de 1993.