Cervecería

Sus inicios se remontan al año 1886, cuando los señores Leonardo Stagg Flores y Martín Reimberg Dender, adquieren de la señora Amalia Flores Jijón de Stagg -hija de quien fuera primer Presidente del Ecuador, Gral. Juan José Flores- un terreno y fábrica de hielo situados al final del barrio Las Peñas, con el propósito de establecer en él la infraestructura de la Guayaquil Lager Beer Breweries Association.

La visión empresarial de los señores Stagg y Reimberg vio sus frutos el 9 de octubre de 1887, fecha en que se inauguraron las instalaciones de la primera industria cervecera de Guayaquil.

La ciudad recibió con entusiasmo no solo a la nueva industria sino también a sus productos -del tipo lager- en las variedades de Pilsen y Baverisch.

En poco tiempo la empresa logró un notable crecimiento que la obligó a la adquisición de nueva y más moderna maquinaria, lamentablemente y cuando se encontraba en su mejor momento de producción, el terrible “Incendio Grande” que en 1896 arrasó con Guayaquil desde la calle Aguirre hacia el norte, convirtió la flamante fábrica en un montón de hierros retorcidos.

Las deudas adquiridas por la Guayaquil Lager Beer Breweries Association eran de tal magnitud, que el 5 de enero de 1897 la empresa debió ser rematada para poder cancelar los valores correspondientes a sus acreedores. La mejor oferta la hizo el ciudadano francés Sr. Luis Maulme Bellier, quien ofreció por el terreno, maquinarias chamuscadas y demás casas embargadas, la cantidad de seis mil setecientos sucres, cantidad con la cual daría por cancelada la deuda, cuya cuantía era mayor. (x)

Con otros miembros de su familia, el Sr. Maulme estableció una nueva razón social, reconstruyó la fábrica, importó maquinaria nueva y para 1908 la Cervecería Nacional de Guayaquil ya se había convertido en una de las más importantes del país.

Tres años más tarde y luego de un corto período de sociedad, Sr. Maulme negoció su parte accionaria con el Sr. Enrique Gallardo Treviño, quien quedó como dueño absoluto de toda la empresa.

Un año más tarde el Sr. Gallardo desistió del negocio cervecero y aceptó una oferta que le hizo la Ecuador Breweries Company, cuyos representantes principales eran los ciudadanos norteamericanos Claude Watherhouse Hearn Taylor, E. Hope Norton, Benoni Lockwood y Forrest La Rose Yoder.

Los inicios de 1913 marcaron el inicio de la gran revolución cervecera en el Ecuador, con la aparición de Pilsener, tipo de cerveza que en poco tiempo captó la preferencia del público de todo el país. Fue tal su aceptación, que la cervecería acordó con la Empresa de Ferrocarriles del Estado el alquiler de un vagón exclusivo para transportar la cebada que venía de la sierra y para llevar a esas regiones su producto. De igual manera, las motonaves que hacían servicio de cabotaje entre las ciudades ribereñas a los ríos de la cuenca del Guayas, también iban cargadas de esta nueva cerveza guayaquileña.

A consecuencia del crecimiento de la empresa, a finales de 1921 se constituyó la Compañía de Cervezas Nacionales que dos años más tarde adquirió la totalidad de las acciones de la Ecuador Breweries Company. El plan financiero fue del Sr. Hope Norton y sus promotores los señores Benoni Lockwood, Benson Osborn Ellis y Norman Vitalis Wray.

A partir de entonces el crecimiento de la Compañía de Cervezas Nacionales fue incontenible. Vinieron fuertes inversiones, la ampliación de sus instalaciones, nueva maquinaria, etc.

Ya había muerto Hope Norton cuando en 1963 Forrest La Rose Yoder -quien ya había obtenido la ciudadanía ecuatoriana- decidió retirarse para acogerse a la jubilación. Con ellos, terminó una de las épocas de mayor desarrollo industrial del Ecuador y, especialmente, de Guayaquil; pues habían creado empresas tanto en la capital como en el puerto principal.

En el períopdo comprendido entre 1963 y 1983, bajo la dirección del Sr.  James Mc Guiness el nuevo cuerpo administrativo -preparado- por Yoder, continuó impulsando el desarrollo de la empresa que ese mismo año inició las primeras exportaciones de cerveza Pilsener de Guayaquil a Colombia, Italia y los EE.UU.

Para 1966 la Compañía de Cervezas Nacionales presentó al mercado ecuatoriano un nuevo producto: cerveza Club Pilsener, que en poco tiempo copó un gran porcentaje del mercado ecuatoriano, desplazando a varias producidas en otras partes del país.

Otro paso importante tomado durante esa época fue la creación en Quito de la Cervecería Andina Sociedad Anónima, pues el transporte desde Guayaquil hacia esa ciudad encarecía el precio del producto y era necesario mantenerlo a la par en todo el país.

A mediados de 1977 y ante la necesidad de ampliar sus instalaciones para poder cubrir la demanda nacional e internacional, la cervecería adquirió un área de 9.830 m2 aproximadamente en las cercanías de Pascuales, donde tres años más tarde inició la construcción de su nueva planta.

A principios de la década de los 80, el Sr. Mc Guiness inició conversaciones con el Sr. Julio Mario Santo Domingo, máximo representante del Grupo Empresarial Bavaria de Colombia, segunda empresa cervecera más grande de América del Sur, con el propósito de vender a este la Compañía de Cervezas Nacionales y sus subsidiarias, finiquitándose las negociaciones a fines de 1983.

Esta nueva negociación significó un poderoso impulso a la industria cervecera nacional que entre 1983 y el 1995 estuvo administrada por los ingenieros Benigno Sotomayor, Raúl Buitrago, Darío Castaño y Héctor Devia.

Lo demás es historia actual: la llegada en 1995 del Ing. Edgardo Báez significó el inicio de una nueva etapa de mejoramiento continuo, modernización de equipos, y la presentación de nuevos productos como las cervezas Dorada,  Clausen, y Pilsener Ligth; a más de bebidas no alcohólicas como Pony Malta y Agua Manantial con y sin gas.

Para la protección y el mejoramiento laboral y social de sus trabajadores, la Compañía de Cervezas Nacionales dicta periódicamente cursos de capacitación y actualización, programas de educación continua, de educación para adultos y de desarrollo administrativo; realiza entrenamientos de seguridad industrial y mantiene un programa de salud ocupacional y preventiva.

Uno de los capítulos más importantes de estos últimos años lo constituye el aporte cultural que la cervecería ha impulsado especialmente en la ciudad de Guayaquil; entre ellos, la Colonia Vacacional para los hijos de sus trabajadores y el auspicio de eventos deportivos y artísticos. Vale la pena anotar además la creación, en enero de 2002, la creación de la Fundación Santo Domingo-Ecuador, dedicada propiciar el bienestar común, promoviendo el desarrollo social a través del apoyo brindado a actividades de carácter educativo, socio cultural y de generación de empleo.

Finalmente, es preciso destacar la donación que la Compañía de Cervezas Nacionales hizo a Guayaquil, traspasando -en histórica ceremonia realizada el 18 de diciembre de 2003- a favor de la Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil, todas las instalaciones y terrenos aledaños situados en el antiguo y tradicional barrio de Las Peñas, donde hoy se desarrolla el proyecto arquitectónico llamado Puerto Santa Ana, que a más de la construcción de modernos edificios de oficinas y departamentos, cuenta con un amplio centro comercial y el museo Julio Jaramillo dedicado a la historia de la música ecuatoriana.

Como un logro adicional que corona la brillante trayectoria de la Compañía de Cervezas Nacionales, desde Octubre del 2005 forma parte de una de las cerveceras más grandes a nivel mundial: SAB Miller.