Complejo Piarpal-Tuza
Aunque mantiene muy cercana vinculación con el Complejo Capulí -habiendo inclusive compartido la misma región- por sus propias características es preciso mantenerlos separados como sociedades diferentes.
Su ubicación (750 – 1.500 d.C. para Piartal y 1.250 –1.500 d.C. para Tuza) fue establecida en diferentes sitios de la provincia del Carchi en Ecuador y en el departamento de Nariño, en Colombia, donde se encontraron varias tumbas que pueden ser divididas en dos categorías: la de los individuos de alto rango y las del pueblo o gente común. Las primeras –con una profundidad de entre 12 y 20 metros- presentan una cámara lateral que contiene entierros primarios de hasta 14 individuos, en la que se encontró también varios objetos de cerámica con decoración propiamente funeraria, madera de chonta proveniente de regiones subtropicales y mantas elaboradas en lana y en pelo de llama. Las otras -las de la gente común- eran muy superficiales y apenas alcanzaban los 2 metros de profundidad, mostrando muy pocas ofrendas y ningún objeto metálico.
A pesar de que Piartal y Tuza mantienen características individuales, comparten en su cerámica una secuencia evolutiva de formas que se refleja en las piezas descubiertas.
“Lo más representativo en ambas tradiciones son los cuencos de base anular, decorados geométricamente en Piartal y con especial énfasis en motivos zoomorfos y figurativos en Tuza, que ilustran la vida del grupo. También se destacan las ánforas o botijuelas, que en Piartal son cónicas y estrechas, y en ocasiones con motivos antropomorfos, mientras en Tuza son más anchas y se aplanan en la base”
(Santiago Ontaneda Luciano.- Ibarra, Banco central del Ecuador).