Conde Ruiz de Castilla
(Manuel Urriez).- Funcionario español nacido por el año 1725.
Llegó a América por 1769 con el cargo de Corregidor de Oruro (Bolivia); luego fue Gobernador de Huancavelica (Perú) -donde en 1870 comandó las tropas contra el infortunado Tupac-Amaru, que fue tomado prisionero y descuartizado vivo en la plaza mayor del Cuzco atado a cuatro potros salvajes que fueron dirigidos a los cuatro lados opuestos de la plaza-, y más tarde Presidente del Cuzco. Finalmente -luego de que Napoleón Bonaparte invadiera España fue nombrado Presidente de la Real Audiencia de Quito, cargo que asumió el 1 de agosto de 1808.
Un año más tarde, la Revolución del 10 de Agosto de 1809 puso fin a su gobierno, pero el 25 de octubre de ese mismo año, al disolverse la Junta Suprema fue restituido a su antiguo cargo. Inmediatamente y olvidando los acuerdos hechos de respetar las vidas de quienes habían participado en la asonada del 10 de agosto, desató contra ellos una feroz persecución y dispuso la instauración de un juicio en contra de ellos.
Tuvo entonces lamentable participación en los hechos que el 2 de agosto de 1810 culminaron con el sangriento Asesinato de los Patriotas Quiteños, en los calabozos del Cuartel Real de Lima.
«El Conde Ruiz, en privado, era un hombre extraordinariamente amable y agradable, y sumamente caritativo. En sus funciones públicas era fácilmente dominado, especialmente por sus subordinados y cuando podía ser inducido a creer que actuaba por motivos de justicia; pero era obstinado en el más alto grado si alguna vez sospechaba de la integridad de aquellos»
(William Bennet Sevenson, quien fuera secretario del Conde Ruiz de Castilla cuando estalló la revolución quiteña de 1809.- Narración Histórica y Descriptiva de Veinte Años de Residencia en Sudamérica, Londres 1829).
A los ochenta y siete años de edad se retiró de sus actividades y buscó refugio en la religión, para lo cual se encerró por propia voluntad en La Recoleta de la Merced. Poco tiempo después -instigada por don Nicolás de la Peña, cuyo hijo había sido asesinado por los realistas-, la plebe excitada y embriagada, capitaneada por un tal Lamilla, asaltó el 15 de junio de 1812 La Recoleta en busca del anciano a quien insultaron, vejaron, golpearon e hirieron, hasta dejarlo sangrante y cubierto de profundas heridas que le causaron la muerte tres días después.