Crnel. Mariano Castillo
Patriota ambateño nacido el 17 de marzo de 1872, hijo del Sr. Francisco Javier Castillo y de la Sra. Juana Torres.
Participó en los primeros movimientos independentistas de Quito y tuvo destacada actuación durante la Revolución del 10 de Agosto de 1809. Precisamente el acompañó al Dr. Antonio Ante hasta el Palacio de Gobierno para comunicar al presidente Ruiz de Castilla que había sido depuesto y que un nuevo orden regía en la Audiencia.
Posteriormente -cuando la Junta Soberana de Gobierno fue disuelta- fue aprehendido por orden del Presidente de la Real Audiencia de Quito y encerrado en los calabozos del Cuartel Real de Lima, donde el 2 de Agosto de 1810 vivió el horroroso drama del Asesinato del los Patriotas Quiteños, logrando salvar su vida gracias a su valor y serenidad.
Efectivamente, al entrar los realistas disparando sus armas sobre los patriotas, recibió el impacto de una bala que lo echó por tierra junto a los cuerpos de otros que yacían muertos, y en un intento desesperado por salvar su vida, manchó sus ropas con la sangre de uno de ellos para hacer creer a los españoles que estaba muerto, recibiendo inclusive -sin moverse ni dar señales de vida, varias heridas de bayoneta. Por la noche, cuando ya se estaban velando los cadáveres en San Agustín, se dejó conocer como vivo, por lo que los religiosos lo escondieron en una celda donde permaneció durante los cuatro meses que duró la curación de sus heridas.
Más tarde se radicó en Venezuela y en 1818 se incorporó al afamado batallón Numancia que pasó al Perú, dedicándose desde entonces a conspirar para lograr la sublevación de dicho batallón a favor de la causa independentista.
Posteriormente -bajo las órdenes del Gral. La Mar- intervino en la Batalla de Tarqui, y luego de la derrota fue a radicarse en Piura, donde a mediados de 1829 se dio la muerte con sus propias manos.