Crnel. Vicente Flor
Militar, legislador y político nacido en la ciudad de Ambato el 5 de junio de 1798, hijo de don Joaquín López de la Flor y Grijalba y de doña María Juana Egüez y Egüez.
Desde temprana edad fue enviado junto a su hermano Francisco a estudiar en la ciudad de Quito, donde muy pronto se identificó con las ideas independentistas que habían empezado a germinar a raíz de la Revolución del 10 de Agosto de 1809, y más tarde vivió con horror los sangrientos sucesos que terminaron con el Asesinato de los Patriotas Quiteños, el 2 de agosto de 1810.
En 1818 participó en la conspiración que dirigida por el Dr. Antonio Ante pretendía asesinar a todos los españoles residentes en Quito, pero el plan fue descubierto por el Gral. Juan Ramírez de Orozco, Presidente de la Real Audiencia de Quito, quien de inmediato ordenó el apresamiento de todos los complotados.
Durante su prisión en Quito fue dolorosamente torturado, pero a pesar del martirio corporal no denunció a ninguno de los que intervinieron en el complot, por lo que fue confinado primero a Guayaquil y luego a Cuenca, desde donde logró fugar para volver de inmediato a Guayaquil.
Tuvo entonces oportunidad de participar en la Revolución del 9 de Octubre de 1820, y luego se incorporó al ejército patriota que bajo las órdenes del Cap. Luis Urdaneta triunfó el 9 de noviembre en Camino Real, y fue derrotado trece días más tarde en los campos de Huachi.
Una vez más retornó a Guayaquil, y junto a su hermano Francisco se alistó en el ejército patriota y bajo las órdenes del Gral. Mires asistió al triunfo de Cone, el 19 de agosto de 1821, y, junto a Sucre, a la segunda derrota de Huachi, el 12 de septiembre del mismo año.
Instaurada la República del Ecuador, luego de que convocada por el Gral. Juan José Flores se había reunido en Riobamba la Primera Constituyente, asistió como Diputado por su provincia al primer Congreso Constitucional que se reunió en Quito del 20 de septiembre al 8 de noviembre de 1831, donde se opuso a que se le diera al Gral. Flores el título de General en Jefe, exponiendo brillantemente sus ideas, por lo que mereció el respeto y el reconocimiento general de todos los congresistas.
Posteriormente asistió como Diputado por las provincias de Pichincha y Manabí al Congreso de 1833, donde nuevamente expresó su oposición al régimen floreano, motivo por el cual fue tenazmente perseguido al igual que todos los miembros de la célebre sociedad «El Quiteño Libre» y tuvo que refugiarse en territorio de Nueva Granada (Colombia).
Poco tiempo después volvió al país para asistir a la Convención Nacional convocada por el Encargado del Poder Ejecutivo, Dr. José Félix Valdivieso, que tuvo que ser disuelta luego del descalabro militar que sufrieron las fuerzas gobiernistas el 18 de enero de 1835 en la Batalla de Miñarica, la que permitió que, respaldado por el Gral. Flores, else convierta en Jefe Supremo de la República.
Nuevamente asistió al Congreso de 1837 y al año siguiente participó junto a su hermano Francisco en una conspiración contra el gobierno de Rocafuerte, pero ésta fue descubierta y fue desterrado al Perú.
Volvió al Ecuador dos años más tarde, durante el segundo gobierno floreano, y nuevamente asistió al Congreso como Diputado, y fue nombrado Presidente de dicha Cámara. Luego de la Revolución Marcista que en 1845 puso fin a la dominación del Gral. Flores, volvió una vez más como Diputado a los congresos de 1846-47 y 1853-54, y desempeñó el cargo de Gobernador de la provincia de Pichincha, en 1848, durante el gobierno del Dr. Vicente Ramón Roca.
Poco tiempo después murió en la ciudad de Quito, el 31 de marzo de 1857.