Dr. Antonio Pons
Médico guayaquileño nacido el 1 de noviembre de 1897, hijo del Sr. Antonio Pons y Curet y de la Sra. Trinidad Campuzano Santos.
Ya había sido Alcalde de Guayaquil, en 1933, cuando el Dr. José María Velasco Ibarra, durante su primer gobierno constitucional, lo nombró para el cargo de Ministro de Gobierno -ante la renuncia del titular, Dr. Gregorio Ormaza-, en momentos en que la situación interna del país iniciaba una de esas etapas críticas que caracterizaron a todas las administraciones velasquistas.
Al reunirse en Quito el Congreso Nacional, el 10 de agosto de 1935, ya el Dr. Velasco Ibarra había dado los primeros pasos para llevar a cabo una de sus características políticas: Romper constituciones; y efectivamente, el 20 de agosto se proclamó dictador. Ante esta actitud, las Fuerzas Armadas y el pueblo reaccionaron patrióticamente rechazando la actuación del autogolpista, que fue tomado preso y enviado al destierro. Acto seguido -y en base a su calidad de Ministro de Estado-, las Fuerzas Armadas le encargaron el mando de la República.
A poco de haber asumido el Poder convocó a nuevas elecciones presidenciales, para las cuales se presentaron las candidaturas del Dr. Alejandro Ponce, por el Partido Conservador; del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, por los liberales; del Dr. José Vicente Trujillo, por otras fracciones liberales y de izquierda; y finalmente la del Crnel. Luis Larrea Alba, por los socialistas y los comunistas.
Como el Dr. Arroyo del Río renunciara a su postulación y temeroso de que resultara triunfador el candidato conservador, el 25 de septiembre convocó al consejo de gabinete ante el cual expuso lo siguiente “En la forma en que se presentan las elecciones, veo imposible el triunfo del candidato liberal. Seguramente será elegida la persona que auspicie el partido conservador. Esto traerá como ineludible consecuencia, una guerra civil larga y sangrienta, ya que el Ejército no acatará el resultado de las elecciones, como tampoco lo acatará el pueblo de las provincias costeñas. En esas condiciones no quiero asumir la responsabilidad de esos trágicos sucesos, y he resuelto abandonar el cargo renunciándole ante una Junta Militar que convocaré para ese objeto”
(Ing. Federico Páez.- Explico, p. 12).
Para sus opositores políticos, la renuncia de Pons tenía un oculto objetivo: «El Dr. Pons gestaba una nueva dictadura, esta si bien tramada y respaldada por los dirigentes del ejército, quienes se la entregaron en bandeja de oro a Don Federico Páez, el 5to. de los bolcheviques del Senado, como lo llamábamos por sus simpatías izquierdizantes»
(Emilio Uzcátegui.- Medio Siglo a Través de mis Gafas, p. 199).
Ese mismo día renunció a su altísimo cargo.
Retirado a la vida privada, el Dr. Antonio Pons murió en Guayaquil, en enero de 1980.