Freile Zaldumbide Dr. Carlos
Político quiteño que fue Encargado del Poder Ejecutivo en varias ocasiones entre 1899 y 1912.
El 21 de diciembre de 1911, ante la intempestiva muerte del presidente don Emilio Estrada, en su calidad de Presidente del Senado le correspondió asumir la Presidencia de la República.
Inmediatamente trató de organizar un gobierno transitorio y preparar las nuevas elecciones presidenciales, pues los aspirantes al poder ya estaban listos para iniciar la contienda electoral. Los generales Leonidas Plaza Gutiérrez y Flavio Alfaro presentaron sus candidaturas, aunque el primero de ellos no estaba capacitado legalmente para ejercer la Presidencia de la República, pues la Carta Política de 1906, en vigencia, sólo permitía la reelección después de dos períodos presidenciales, y éstos no habían pasado desde que el Gral. Plaza había ocupado por primera vez dicho cargo.
Al conocer las pretensiones de Plaza se produjeron diferentes movimientos revolucionarios y se proclamaron las Jefaturas Supremas de Flavio Alfaro en Esmeraldas y de Pedro J. Montero en Guayaquil, aunque las intenciones de éste fueron, desde el primer momento, las de entregar dicha Jefatura Suprema al Gral. Eloy Alfaro.
Pactó entonces con el Gral. Plaza para que organizara la resistencia con miras a reprimir la revolución iniciada en la costa, y se negó a escuchar el llamado de paz que le hizo el Gral. Alfaro. Así, con las poderosas armas adquiridas para la defensa de la patria ante la amenaza peruana de 1910, Plaza enfrentó y derrotó a los revolucionarios en los sangrientos combates de Huigra, Naranjito y Yaguachi, luego de lo cual se firmó el «Tratado de Durán» por medio del cual se garantizaba respetar los derechos de los vencidos.
Cuando se firmó la capitulación y los revolucionarios entregaron sus armas, Freile Zaldumbide no quiso saber de ninguna garantía para con los líderes vencidos, por lo que éstos fueron traicionados, capturados y enviados a Quito, donde el 28 de enero de 1912, una turba de maleantes, prostitutas y soldados placistas, en contubernio con su gobierno y el pueblo quiteño cometió el más sangriento de los crímenes: «El Asesinato de los Héroes Liberales».
Poco tiempo después, el 5 de marzo fue obligado a dimitir y el poder pasó a manos del Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Francisco Andrade Marín.