Dr. José Mejía Lequerica
Notable orador, médico y abogado quiteño nacido el en mayo de 1775, hijo del Sr. José Mejía del Valle, aristocrático abogado de los Tribunales de la Audiencia, y de la mestiza Joaquina Lequerica y Barriotieda.
“Los padres estaban enlazados por el amor y el deber: en el matrimonio no intervinieron frailes ni clérigos. Esto fue causa de que los católicos pudientes de Quito, nobleza y clerecía, negaran a Mejía, hasta el alimento de la educación. El la tomó, a pesar de los obstáculos, impulsado por su naturaleza esclarecida…” (Roberto Andrade.- Historia del Ecuador, tomo I, p. 278).
Ante estas circunstancias, sus primeros estudios los realizó en una escuela gratuita de su ciudad natal, donde desde temprana edad se destacó por su privilegiada inteligencia; pasó luego al Convictorio de San Juan Fernando y más tarde al Seminario Mayor de San Luis donde estudió filosofía, gramática latina, matemática, física, etc., hasta obtener los grados de Bachiller y Maestro en Artes.
Ingresó entonces a la Universidad de Santo Tomás de Aquino donde estudió Teología, pero los prejuicios imperantes en esa época hicieron que le fuera negado el título de Licenciado, argumentando para el caso la ilegitimidad de su nacimiento y el estar casado con Manuela Espejo, hermana del prócer Eugenio Espejo, con quien había contraído nupcias el 29 de junio de 1798.
Su caso fue consultado a la célebre Universidad de San Marcos de Lima (Perú), que resolvió en favor del derecho que tenía a su título, que le fue conferido meses más tarde en la iglesia catedral.
Poco tiempo después obtuvo el título de Doctor en Teología, y le fueron adjudicadas algunas cátedras en diferentes establecimientos educacionales, pero la envidia de los mediocres hizo que fuera acusado de apartarse del Escolasticismo y de dar preferencia a métodos experimentales, razón por la cual tuvo que dejar dichas cátedras, con gran tristeza y perjuicio para los estudiantes.
Más tarde viajó a Europa por invitación de don Manuel Matheu, Grande de España y Conde de Puñonrostro, y luego de recorrer varios países llegó a España en el año 1807 para alistarse de inmediato en las filas militares que se preparaban para participar en las luchas que este país libraba contra la invasión napoleónica.
En España también se distinguió por su gran talento, y al tiempo que en Quito estallaba la Revolución del 10 de Agosto de 1810, fue nombrado Diputado Suplente por Nueva Granada (Santa Fe) ante las Cortes de Cádiz, donde tuvo lucida participación hasta el día de su muerte, ocurrida en dicha ciudad como consecuencia de una epidemia de fiebre amarilla, el 27 de octubre de 1813, cuando sólo tenía 38 años de edad.
Como una invalorable herencia a la cultura, don José Mejía Lequerica dejó obras de gran importancia entre las que se destacan “Tratado Sobre los Libros de los Macabeos”, “Tratado de Filosofía”, “Conclusiones Sobre Estudios de Botánica y Física” y “Estudios Sobre Temas Físicos, Naturales y Geográficos”; y sus célebres discursos e intervenciones en las Cortes de Cádiz, que posteriormente fueron recopilados en la obra “Don José Mejía Lequerica”, que se imprimió en Barcelona en el año 1913.
En su tumba, Olmedo escribió un magnífico epitafio que dice:
“A Dios glorificador.
Aquí espera la resurrección de la carne el polvo de don José Mejía, Diputado a Cortes por Santa Fe de Bogotá. Amó y cultivó todas las ciencias, pero por sobre todo amó a su Patria y defendió los derechos del pueblo español… Sus paisanos y amigos escriben llorando estas letras a la posteridad”