Dr. Osvaldo Hurtado Larrea

Abogado, sociólogo y político nacido en la población de Chambo, provincia de Chimborazo, el 26 de junio de 1939, hijo del Sr. José Agustín Hurtado y de la Sra. Elina Larrea Vásquez.

Realizó todos sus estudios en la ciudad de Riobamba, primero en la Escuela de los Hermanos Cristianos y luego en el Colegio San Felipe donde se graduó de Bachiller. A los 18 años de edad se trasladó a Quito para ingresar a la Universidad Católica donde en 1963 obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales, y luego, en 1966, el de Doctor en Leyes. Posteriormente asistió a diferentes cursos y seminarios en varios países de América Latina y Europa.

En 1969 fue vice-Ministro de Trabajo y publicó su primer libro: “Dos Mundos Superpuestos: Ensayo de Diagnóstico de la Realidad Ecuatoriana”. Por esa época ya había orientado su actividad profesional hacia la investigación y la enseñanza en el campo de las ciencias sociales, y era profesor de Economía Política del Colegio San Gabriel, de Quito. Más tarde fue profesor de Sociología Política de la Universidad Católica y de Ciencias Políticas en el Centro Andino de la Universidad de Nuevo México. Por otro lado, en el campo de la investigación fue Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica del Ecuador y Director de Investigación del Instituto Ecuatoriano para el Desarrollo Social.

Su actividad política se inició en el año 1964 cuando fue fundador de la Democracia Cristiana del Ecuador, de la que en varias ocasiones fue su máximo dirigente; dicho partido, junto a otros de similar ideología política, en 1978 constituyó la Democracia Popular. Además, desde 1975 hasta 1979 fue miembro del Comité Político Mundial de la Internacional Demócrata Cristiana.

En 1977 fue Presidente de la Comisión Legislativa que, convocada por el Consejo Supremo de Gobierno, preparó los proyectos de las leyes de Referéndum, de Partidos Políticos y de Elecciones, que sirvieron de base para la reestructuración jurídica y democrática del Ecuador, luego de varios años de dictadura militar.

Al año siguiente formó binomio con el Ab. Jaime Roldós Aguilera y se postuló para la Vicepresidencia de la República, y luego de que dicho binomio triunfó aplastantemente en las elecciones, desempeñó sus funciones durante casi dos años, desde el 10 de agosto de 1979 hasta el 24 de mayo de 1981, en que el presidente Roldós murió víctima de un trágico accidente de aviación.

Ese mismo día, de acuerdo con lo establecido por la Constitución, asumió la Presidencia de la República por el tiempo que le faltaba al gobernante fallecido.

Su mandato se inició en momentos en que el Ecuador atravesaba una grave crisis económica, pues la recesión, los efectos del endeudamiento masivo, las secuelas de la guerra de Paquisha y la baja del precio de los productos de exportación hicieron que el costo de la vida subiera de manera alarmante, situación que se vio agravada por las fortísimas estaciones invernales que inundaron casi todos los campos y poblaciones de la costa, ocasionando la pérdida casi total de la producción agrícola.

“A pesar de que el gobierno de Hurtado se empeñó en combatir estos terribles flagelos, no acertó en su política económica, que al final de su período constitucional se agravó aún más con el crecimiento del gasto público, la devaluación de la moneda, el contrabando y la deshonestidad de los funcionarios de las aduanas, cuyos puestos claves fueron entregados a determinados personajes de la política nacional con el fin de conseguir apoyo político al régimen…

Otro aspecto negativo del gobierno de Hurtado se refiere a la ineficacia del poder estatal para controlar los peculados de alto nivel: Intervención del Banco Central en el mercado libre de divisas, negociados en el caso IslaSantay, importación de arroz con gorgojo, despilfarros en los contratos para explorar el gas del golfo de Guayaquil, el caso Previsora, entre otros constituyeron verdaderos escándalos, muy bien aprovechados por la oposición para ganar bonos políticos”

(L. y J. García González.- Resumen de Geografía, Historia y Cívica, tomo III, p. 262).

Pero no todo fue negativo en ese gobierno: “Hay que reconocer también que mantuvo un clima de libertad. El régimen, respetando la autonomía del Seguro, logró que este contribuyese en la mejor forma al progreso en lo social. Es loable haber conseguido la seguridad social para campesinos, artesanos y otros sectores, ensanchando la acción del organismo, respetando su autonomía, y buscando su colaboración con dignidad e independencia. Se hizo gran esfuerzo por incrementar la alfabetización y fue encomiable la labor de la Subsecretaría de Cultura en diversos aspectos. Los tres ministros que estuvieron frente al Ministerio de Educación actuaron con lucimiento, buena intención y madurez”

(Eduardo Muñoz Borrero.- En el Palacio de Carondelet, p. 666).

Desgraciadamente, todos los esfuerzos que hacía el gobierno para resolver los graves problemas económicos del país eran inútiles; y a consecuencia de eso la tasa de inflación empezó acrecer de manera incontrolable.

A mediados de 1983, de acuerdo con lo establecido por la Constitución convocó a nuevas elecciones presidenciales, a las que se presentaron nueve candidatos.Terminada la primera vuelta, en la que triunfaron el Dr. Rodrigo Borja Cevallos y el Ing. León Febres-Cordero Ribadeneyra, se descubrió una serie de irregularidades en el proceso electoral fraguadas desde las alturas del gobierno para favorecer al Dr. Borja, según lo denunció y demostró el Ing. Febres-Cordero en base a investigaciones periodísticas y videos realizados por la Sr. Gloria Gallardo de Carbo. En la segunda vuelta -con el proceso electoral aparentemente normalizado- las cosas cambiaron radicalmente y el Ing. Febres-Cordero resultó electo Presidente Constitucional de la República.

Finalmente, el 10 de agosto de 1984 entregó el Poder a su sucesor, poniendo fin a un gobierno en el cual se produjo una devaluación promedio de 42,3%, la reserva monetaria decreció en un 80%, de 569 a 116 millones de dólares; la inflación promedio fue del 34,7%, la deuda externa aumentó en 43% y el precio de la gasolina en un 100%.

Posteriormente continuó desarrollando su actividad política y en 1985 fue elegido Vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana.

Sin estar totalmente retirado de la actividad política, el Dr. Hurtado logró mantener viva su presencia gracias a numerosas intervenciones públicas, y a través de la radio y la televisión que constantemente lo entrevistaba en busca de sus calificadas opiniones.

A finales de 1997 fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente que fue convocada por el gobierno interino del Dr. Fabián Alarcón, y fue elegido Presidente de la misma. Dicha Asamblea pasará a la historia por la -con honrosas excepciones- poca o ninguna calidad de sus asambleístas, la mayoría de ellos sin ninguna preparación o conocimiento para enfrentar el encargo hecho por el pueblo, tal cual quedó demostrado por su inoperancia e ineficacia; por esta razón, el 20 de abril presentó su renuncia a la Presidencia, pero continuó asistiendo a la Asamblea hasta su clausura.

Culminadas sus funciones, en los primeros días de junio del mismo año anunció su decisión de retirarse de la política nacional, pero no fue así y continuó liderando su partido política, la Democracia Popular, que poco a poco lo fue echando a un lado por considerar que sus postulados y liderazgo ya habían perdido actualidad. Finalmente y sin contar con el respaldo de sus coidearios, se retiró de dicho partido e intentó conformar otro acudiendo a los jóvenes estudiantes ecuatorianos, que no lo conocían.

En julio de 2002 trató de volver a ser protagonista de la política nacional, y a nombre de la agrupación Patria Solidaria presentó su candidatura presidencial, en binomio con la Sra. Gloria Gallardo. En las elecciones celebradas el domingo 20 de octubre, entre once candidatos debió resignarse a ocupar el décimo lugar, superando tan solo al indígena Antonio Vargas, quien en enero del 2000 había sido dirigente del movimiento que había derrocado al Presidente Jamil Mahuad.