Ec. Rafael Correa Delgado
Nació en Guayaquil el 6 de Abril de 1963, en el hogar formado por el Sr. Rafael Correa Icaza y la Sra. Norma Delgado Rendón.
De niño vivió al norte de la ciudad, y asistió al colegio San José, de los Hermanos Cristianos, donde desde siempre se destacó como un aprovechado estudiante. Pudo así obtener varias becas que le permitieron culminar sus estudios, obteniendo -en 1987- el título de economista en la Universidad Católica de Guayaquil.
Por esa época trabajó como voluntario en la Misión de los Padres Salesianos deZumbahua, provincia del Cotopaxi, donde se vinculó con los indígenas de la región de quienes aprendió a hablar algo del idioma quichua, con lo que completaría cuatro idiomas, pues a más del español nativo, años después dominaría también el inglés y el francés.
Estudios Superiores
En 1991 obtuvo un masterado en la Universidad Católica de Lovaina la Nueva, en Bélgica; en 1999 el título de Master de Ciencias en Economía en la Universidad de Illinois en Urbana – Champaign (USA), y dos años más tarde el de Doctor (Ph.D.) en Economía, por la misma universidad.
Ya para entonces, situaciones familiares y la trágica muerte de su padre habían marcado su personalidad y carácter.
Entre quienes fueron sus profesores las opiniones con respecto a su personalidad estaban divididas “Para unos era un compañero de gran calidad humana, simpático, extrovertido. Para otros, un prepotente que veía a todos sobre el hombro, porque sentía que sabía más. El mundo de Correa, desde su formación académica estaba dividido en: los buenos, los de la izquierda, y los malos, los de la derecha”
(Ana Karina López.- Vistazo No. 940, Oct. 19/2006, p. 37).
Después de haber sido asesor del entonces vicepresidente Alfredo Palacio, el 21 de abril del 2005, un día después del derrocamiento del Crnel. Lucio Gutiérrez, fue nombrado por el nuevo gobernante para desempeñar el cargo de Ministro de Economía.
Solo tres meses ejerció dichas funciones, pues luego de varias propuestas polémicas y sintiendo que había perdido el respaldo del presidente Palacio, envió al gobernante una carta en la que le exigía -como niño caprichoso- más atribuciones, bajo la amenaza de que, si no se las daba, renunciaría al cargo. Palacio no se amedrentó y lo dejó fuera del Gobierno.
Anunció entonces su intención de participar en las próximas elecciones presidenciales que se realizarían entre octubre y noviembre del 2006, iniciando de inmediato una intensa y bien planificada campaña proselitista que se caracterizó por sus propuestas revolucionarias, atrevidas y de vanguardia, que le hicieron ganar la simpatía de amplios sectores populares y de manera especial de los pueblos indígenas de la sierra, que vieron en él al líder que podría darles reivindicación social, un mejor futuro y nuevas y mejores oportunidades de vida.
En la primera vuelta electoral -celebrada el 15 de octubre-, con 1’246.068 votos logró una segunda ubicación detrás del Ab. Alvaro Noboa que, participando por tercera ocasión en la carrera hacia la Presidencia de la República, obtuvo 1’464.069 votos.
A partir de ese día debió intensificar su campaña, y recorrió casi todo el país exponiendo ante la ciudadanía cuales eran sus proyectos políticos, entre ellos, la convocatoria a una Asamblea Constituyente con el propósito de que a esta asistan -por sobre los antiguos partidos políticos- los nuevos movimientos que habían surgido entre la gente. Esta Constituyente debería dictar una nueva Carta Magna acorde a las realidades sociales y políticas que se vivían en el País.
Ofreció también crear nuevas fuentes de empleo, fundar las provincias de Santa Elena y Santo Domingo de los Tzáchilas, aunque esto significaba el desmembramiento de las provincias del Guayas y Pichincha, respectivamente; planes de vivienda popular irrealizables, el aumento del vergonzante “bono de pobreza”, llamado también de desarrollo humano; y las disminuciones de las tarifas eléctricas y del costo del gas. Otros ofrecimientos fueron el no firmar con los Estados Unidos el Tratado de Libre Comercio, ni renovar la concesión a dicho país, de la Base Militar Aérea de Manta.
Así las cosas, el 26 de noviembre se realizó la segunda vuelta electoral, en la que obtuvo el 56,95% de los votos, sobre los 43,05% que obtuvo su contrincante el Ab.Alvaro Noboa.
El lunes 15 de enero del 2007, en medio de la euforia de un pueblo que creyó esperanzado en sus ofertas de campaña, asumió la Presidencia de la República. Ese mismo día, en el preciso momento de posesionarse, se iniciaron las primeras incongruencias y empezó a mostrar su oculta personalidad: Cuando el Presidente del Congreso Jorge Cevallos pronunció las palabras de rigor, “Jura usted respetar y hacer respetar la Constitución…” respondió: “Ante Dios y ante el pueblo ecuatoriano, juro cumplir con el mandato que me otorgó la ciudadanía ecuatoriana el 26 de noviembre…”
El Presidente del Congreso, acobardado, timorato o profundamente comprometido, no exigió el juramento de rigor, y prefirió posesionar en el cargo de Presidente Constitucional de la República a un hombre que ni juró respetar la Constitución, y menos aún hacerla respetar.
Huérfano de representación en el Congreso Nacional, ya que no había presentado lista de diputados, astutamente Correa intensificó su campaña de convocar a una Asamblea Constituyente, pues sabía que contaba con un gran respaldo popular y que los candidatos que él propusiera serían elegidos.
Tomado de: flickr.com/photos/mcpeec
Inicialmente el Congreso Nacional rechazó sus pretensiones y conformó una mayoría contraria a la Constituyente, que estuvo a punto de echar a traste con las aspiraciones del Gobernante, cuando el partido Sociedad Patriótica -que era la segunda fuerza del Congreso-, obedeciendo consignas de su líder, el Crnel. Lucio Gutiérrez, “se viró” y decidió respaldar la Constituyente.
Pero a pesar de que este apoyo respaldaría fuertemente su propuesta, Correa, prefirió rechazar el acercamiento, pues sostenía que la ideología de este no era congruente con su propuesta política.
Considerando que el Congreso era su peor enemigo, Correa buscó el respaldo popular recalcando que “el pueblo hará respetar su voluntad”, pero si bien es cierto que una gran mayoría del pueblo lo respaldaba, debió también enfrentar graves problemas relacionados con la administración del Estado.
Excesos de Ignorancia y Amagos de Guerra Civil
Con el propósito de presionar por la aprobación de una consulta popular que le permitiera convocar a una Asamblea Constituyente, el gobierno permitió (?) que un numeroso grupo de desorientados malinformados, resentidos en contra del sistema social imperante, protagonizara el 30 de enero violentos disturbios. En Quito cercaron el edificio del Banco Central donde sesionaba el Congreso Nacional; y en Guayaquil, donde manifestantes y representantes de los movimientos izquierdistas -que jamás habían podido acceder a algún cargo público de elección popular- marcharon a lo largo de la Av. 9 de Octubre gritando consignas en contra del Tribunal Supremo Electoral y a favor del presidente Correa.
En consecuencia, El Tribunal Supremo Electoral y el Congreso Nacional debieron suspender sus sesiones por falta de garantías.
Era una manera perversa -ideada por Correa- de hacer política por medio del enfrentamiento entre ecuatorianos de diferente ideología, sin analizar que esta podría desbocar en una sangrienta guerra civil, o conducir a que las Fuerzas Armadas den un golpe de estado y asuman el Poder de la República.
Aparecen los Enemigos del Régimen
Producto de las prepotentes actitudes del mandatario, que tenían visos de dictadura, pronto aparecieron -entre quienes habían sido sus principales colaboradores- aquellos que descontentos con las decisiones del gobernante se pasaran a la oposición e iniciaran una serie de vergonzantes denuncias con el único propósito de desacreditarlo.
El primero fue el diputado por Sociedad Patriótica Luis Almeida quien, a través de las páginas de diario Expreso de Guayaquil, del 14 de abril del 2007, bajo el titular de “Almeida acusa al padre del Presidente”, reveló datos sobre una investigación realizada acerca de la vida de Rafael Correa Icaza, padre del Jefe de Estado.
Esta actitud poco viril del diputado Almeida propició un ambiente de agitación social y política que -afortunada- pronto fue olvidado.
Consulta Popular
El 15 de abril del 2007, de acuerdo a su propuesta y en base a una bien orquestada campaña publicitaria, se realizó la Consulta Popular para aprobar la convocatoria a una Asamblea Constituyente. El resultado fue el esperado: más del 82 % de la población dio su aprobación, aunque apenas un 10 o un 15% sabía lo que era una Constituyente.
Así las cosas, a los cien días de gobierno el país era un completo desbarajuste jurídico. Por “culpa” de 57 diputados a los que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) -incondicionalmente “fiel” al mandatario- había destituido el 7 de marzo bajo la acusación de querer “entorpecer” el desarrollo de la Consulta Popular, se inició una serie de demandas y contra demandas que desquiciaron totalmente el sistema jurídico y político de la Nación. El 23 de abril, el Tribunal Constitucional restituyó a varios de los diputados destituidos, creando un nuevo caos en el Congreso, donde los suplentes habían asumido los cargos que supuestamente habían quedado vacantes.
Correa -sin tener derecho a hacerlo y de manera prepotente y abusiva- se opuso radicalmente a la restitución de éstos y declaró: “Si Mañana los diputados intentan ir al Congreso Nacional, los vamos a repeler por la fuerza pública…”
(Expreso, Abril 24/2007).
Empezaba entonces a mostrar su verdadera personalidad autocrática.
Inmediatamente el Congreso -obedeciendo disposiciones emanadas por el gobernante- descabezó al Tribunal Constitucional por haberle devuelto su calidad de legisladores a los diputados destituidos.
Un mes más tarde, los Diputados restaurados aún no habían podido recuperar sus escaños debido a que el fallo del Tribunal Constitucional no se había ejecutoriado y que la Policía -dependiente del Ministerio de Gobierno- impedía su acceso al recinto legislativo.
Finalmente el desbarajuste terminó el 25 de julio del 2007, cuando el Vicepresidente del Tribunal Constitucional, Edgar Zárate, desconoció la restitución de los 57 diputados destituidos, cerró el caso de manera definitiva y dispuso el archivo del expediente respectivo.
Posteriormente y ante un editorial periodístico escrito y publicado por el periodista y director de diario La Hora (de Quito), Dr. Francisco Vivanco Riofrío, Correa acudió ante la fiscalía para acusarlo de haber atentado contra la Administración Pública a través de la injuria (?).
“El efecto inmediato es acudir a la vindicta pública (Fiscalía) y todas las herramientas a su alcance, como la prisión preventiva, para perseguir a periodistas por criticar las ejecutorias del Gobierno, en momentos en que el orden público estaba alterado, no por opinión de la prensa, sino por acción de actores políticos en disputa del poder.
Voceros del Régimen reconocen que, durante su mandato, la crisis de las instituciones democráticas sigue. Consta en documentos fílmicos y fotográficos la violencia callejera… Si esos argumentos se imponen, de ahora en adelante, criticar será delinquir y denunciar los atropellos y abusos de funcionarios públicos contra la población, o actos de corrupción de la Justicia, será la antesala de la cárcel o del destierro”
(Comunicado de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos.- El Universo, Mayo 13/07).
En los primeros días de junio del 2007 Correa viajó a la ciudad de Tumbes, en el Perú, para entrevistarse con el presidente de ese país, Sr. Alan García. El encuentro fue fructífero, pues sirvió para ratificar, tanto por parte de Ecuador, como por parte del Perú, la vigencia de los límites territoriales y marítimos entre los dos países .“Declaramos enfáticamente ante el mundo que no tenemos ningún reclamo territorial ni marítimo que hacer al Ecuador; tenemos una frontera de paz, de seguridad común que afianza la amistad de nuestros pueblos”,
dijo el mandatario peruano durante su corto discurso en el auditorio del Hotel Costa del Sol(El Comercio, junio 2 del 2007).
Pero no todo podía ser bueno. Pocos días después -a través del Servicio de Rentas Internas (SRI)- el Gobierno hizo saber de su intención de eliminar uno de los principales ingresos de los gobiernos seccionales, consistente en la donación voluntaria, por parte de los ciudadanos, del 25% del impuesto a la renta. Aportación económica que permitía el desarrollo dinámico de las principales ciudades, y de manera especial de Guayaquil, Quito, Cuenca y Loja.
Fue por esa época -finales de mayo y principios de junio del 2007- que aparecieron unos videos, filmados clandestinamente, en los que se demostraba que, al poco tiempo de haberse iniciado el gobierno, el Ministro de Economía, Ricardo Patiño, se había reunido en la habitación de un hotel de la ciudad de Quito con un grupo de “especuladores económicos” argentinos interesados en el pago o no pago de ciertos bonos del Estado.
El asunto era muy fácil: el Ministro debía crear incertidumbre económica y afirmar que estos no se pagarían, bajando -en consecuencia- su valor. Por su parte, los “especuladores” tendrían dos formas de ganar grandes cifras de dinero: la primera consistía en adquirir dichos bonos a bajo precio, para luego, al ser pagados normalmente, venderlos a su verdadero valor ¡Negocio Redondo! ; la otra radicaba en vender a los tenedores de bonos un seguro de fidelidad que garantice su pago, que de hecho ya estaba acordado entre los especuladores y “la otra parte”. Así, de esta manera sencilla, se podría ganar una pequeña fortuna que sobrepasaría largamente los 50 millones de dólares.
Surgieron entonces varias preguntas: ¿Quiénes se repartirían esa millonada…? ¿Por qué el Ministro no denunció esa propuesta indecorosa?
El presidente Correa respaldó rabiosamente a su Ministro, quien declaró que todo era una trampa preparada por él para descubrir la corrupción y otras bellezas y, a pesar de que la filmación, la propuesta y la reunión clandestina constituían de hecho graves delitos, los culpables no fueron sancionados.
En julio, la Comisión de Control Cívico de la Corrupción emitió un informe con indicios de responsabilidad penal contra el en ministro Patiño, pero el Pleno lo desestimó y archivó el caso de los “Pativideos” (Expreso Jul.17/07)
Posteriormente se denunció la existencia de otros “videos clandestinos” que comprometieron seriamente al gobierno y sus ministros, pero el presidente prohibió su divulgación.
El Jefe de Estado no gobernaba, estaba en permanente campaña política populista; asistía a velorios, a fiestas patronales, a mingas y a todo evento popular donde pudiera dar un pequeño discurso por medio del cual verter su odio contra todo aquel que no estuviera de acuerdo con su criterio, propuesta o voluntad.
Ese mismo mes -pese a que en una Asamblea Popular convocada para tratar sobre la creación de la provincia de Santa Elena, el Prefecto del Guayas -Ec. Nicolás Lapentti- expusiera poderosos argumentos jurídicos y económicos que demostraban que dicha provincialización no era ni legal ni conveniente y por el contrario, sería perjudicial no solo para la provincia del Guayas sino, sobre todo, para los cantones Salinas, La Libertad y Santa Elena- recibió en la Plaza de la Independencia a un pequeño grupo de peninsulares que, en número aproximado de 250, había viajado a Quito para, entre gritos y pancartas, exigir la provincialización de Santa Elena.
A pesar de que varias veces había repetido no estar de acuerdo con dichaprovincialización, Correa aprovechó la oportunidad para dar un corto discurso populista y, contra su propio criterio, les ofreció todo su respaldo.
“Ustedes son las verdaderas Asambleas Populares y no de pelucones… No va a existir maniobra ni fuerza que detenga la provincia 23… Las elites dicen que la solución está en las autonomías, que obviamente van a ser manejadas por los pelucones de Guayaquil”
(El Comercio. Junio 7/07).
¿Qué complejos o resentimientos sociales guardaba el presidente Correa contra Guayaquil y la provincia del Guayas? ¿Por qué su odio regional? Posiblemente estos tenían origen en sus conflictiva niñez, juventud y adolescencia, tal como lo había denunciado uno de sus opositores -el Diputado por Sociedad Patriótica Luis Almeida-,a través de las páginas de diario Expreso de Guayaquil, del 14 de abril del 2007.
Para julio aún no entendía que debía gobernar un país que naufragaba en medio de un mar de resentimientos que él -precisamente- agitaba como niño malcriado para divertirse o tratar de demostrar que era el más fuerte; pero todo apuntaba hacia el Alcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot Saadi, que había convertido a la ciudad en un ejemplo de desarrollo y autogestión que trataba de ser imitado por otras ciudades del mundo. Y sabiendo que nunca podría superarlo, se empeñó en acabar con el único líder que lo enfrentaba solo con su hombría e inteligencia y que podría convertirse -a corto plazo- en el causante de su destitución.
Todo su odio, sus insultos, sus resentimientos, sus deseos de venganza y sus burlas tenían como único objetivo destruir a Guayaquil, y para lograrlo, no dudaba en mentir y falsear la verdad, tal cual lo hizo durante las fiestas de fundación de la ciudad, cuando declaró que la intención de las autonomías por las que Guayaquil venía luchando desde hacía varios años, no era otra cosa que el deseo de “separarse del Ecuador”.
Por esos mismos días, para conseguir el respaldo de los pescadores artesanales, no dudó de autorizar la pesca del tiburón para que se vendan las aletas “que es la parte mejor pagada”. Y lo hizo, a sabiendas de que en el mundo se trataba de implementar políticas ambientalistas y de protección a las especies en peligro de extinción, como es el caso de los escualos.
Dispuso también la no renovación del contrato de concesión o arrendamiento de la Base Militar Aérea de Manta con los Estados Unidos. El Gobierno del Perú y su presidente Alan García -mucho más inteligentes- no perdieron tiempo y ofrecieron su territorio para tal objeto.
Así, con el cuento de la “Dignidad Nacional”, administrado a voluntad y capricho por el presidente de Venezuela, Crnel. Hugo Chávez -a quien Correa consultaba y obedecía ciegamente-, Manta perdería un importantísimo polo de desarrollo, que incluía importante inversión en obra pública, tecnología y modernos servicios sociales, que beneficiaban sustancialmente a ese hermoso puerto manabita.
Al cumplirse los primeros ocho meses de gobierno, ya Correa había colocado trece “primeras Piedras” para iniciar los trabajos de trece obras cuyo valor alcanzaría una cifra total de 297’733.038 dólares. Lo curioso es que todas las obras fueron asignadas al Cuerpo de Ingenieros del Ejército, sin mediar licitación alguna.
Meses más tarde, las páginas principales de diario El Universo del domingo 26 de agosto del 2007 causaron gran preocupación en la ciudadanía: “300 millones vinculan a Correa con FF.AA” (…) “Militares, entre las ofertas y los llamados del Presidente” (…) “Mientras el Mandatario llama a la institución a mantenerse “atenta” en el proceso que definirá la conformación de la Asamblea (Constituyente), le plantea una serie de ofrecimientos económicos y políticos como la homologación salarial, el voto militar y la ampliación del espectro empresarial. Sus promesas generan expectativas en los cuarteles”.
¿Qué debilidades sentía Correa para, al tan poco tiempo de haber ascendido al poder, necesitar el “respaldo” de las Fuerzas Armadas y pretendiera comprarlas con ofrecimientos económicos?, ¿Qué esperaba?, ¿Respaldo para su proyecto político?, ¿Apoyo para sostenerse si no lograba captar una mayoría que se identificara con su proyecto político en la Asamblea Constituyente?
La respuesta la dio en el mismo periódico la catedrática Bertha García, analista de las relaciones civiles-militares de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), quien cuestionó este tipo de llamados porque -dijo- desembocan en una politización.
«La historia nos demuestra; que cuando se convoca a los militares se suele subvertir el orden democrático, pero bajo el llamado de los civiles. No hay que hurgar mucho para darse cuenta de que (Correa) está politizando a la institución al apelar a funciones que no corresponden a los militares».
Al cumplirse los primeros ocho meses de gobierno, ya Correa había colocado trece “primeras Piedras” para iniciar los trabajos de trece obras cuyo valor alcanzaría una cifra total de 297’733.038 dólares. Lo curioso es que todas las obras fueron asignadas al Cuerpo de Ingenieros del Ejército, “a dedo” y sin mediar licitación alguna, tal cual lo exige la Ley de Contratación Pública.
“Tengo mis dudas de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército tenga capacidad, porque no fue establecido para este tipo de labores. El gobierno ha optado por escogerlo dejando de lado las licitaciones con contratistas que ofrecen mejores obras. Los cuerpos de ingenieros no están hechos para obras civiles”
(Hernán Pérez Loose.- El Universo, Sbre. 19 / 2007).
¿Qué buscaba el Presidente?, ¿Asegurarse el respaldo del Ejército?, ¿Podría el Gobierno cumplir con todas esas obras a las que colocó la primera piedra?, Vaya usted a saber… Será necesario que pase mucha agua bajo el puente para conocer los resultados. En todo caso, sus intenciones no eran difíciles de prever, pues sus principales simpatizantes las repetían como obedeciendo consignas: eliminar al Congreso Nacional y descabezar a todas las instituciones del Estado; así, de esa manera, él convocaría a un nuevo Congreso y nombraría a voluntad a las autoridades de todas las instituciones de poder.
Viva el Emperador.
A inicios de septiembre ya estaba todo listo para las elecciones de los Asambleístas que participarían en la Constituyente y que -con el pretexto de su democratización- permitió la participación de cualquier improvisado. Para 130 curules aparecieron 497 listas y 3.224 “candidotes” -salvo contadas excepciones- sin preparación; de cualquier color, olor y sabor. A nadie se le ocurrió buscar a los constitucionalistas que, escogidos “a dedo”, hubieran podido orientar a los desorientados aspirantes.
Como no podía ser de otra manera, Correa logró que los candidatos de su partido “barrieran” en dichas elecciones, logrando una abrumadora mayoría de asambleístas (léase levantamanos) que sobrepasaba el 80%.
La que hoy, abandonado a su suerte, espera tener algún día cierta utilidad. Constituyente se instaló el 29 de noviembre de 2007 en un complejo -al que se llamó Ciudad Alfaro- especialmente construido para el caso en la ciudad de Montecristi, provincia de Manabí. Ese mismo día, sabiendo que no le sería aceptada por una Asamblea que le era incondicionalmente obediente, puso su cargo a disposición de la misma, que de inmediato procedió a ratificarlo.
Un mes más tarde y por iniciativa del alcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, se organizó un encuentro de alcaldes de diferentes ciudades del país, que debían reunirse en la ciudad de Manta con el propósito de acordar la estrategia a seguir para combatir la serie de decretos de carácter económicos que -a más de perjudicar a las clases más necesitadas- quitaba las rentas y donaciones a los municipios.
Para respaldar a los alcaldes y especialmente a Nebot, se organizó una caravana vehicular a la que el mandatario llamó de empleados municipales y asalariados, agregando además “…que vengan mañana con mil, dos mil, tres mil de sus jornaleros pagados para dizque respaldarlos, que nosotros tendremos diez mil, 20 mil, 30 mil para decirles que la Asamblea ya es de todos”
(El Universo, Dic. 28/2007).
Estas declaraciones -indudablemente- alentaban al enfrentamiento entre ecuatorianos y a la consecuente división del país.
La caravana de más de 300 buses y gran número de vehículos particulares y de alquiler, luego de superar varios obstáculos, al llegar a La Cadena -límite entre las provincias de Guayas y Manabí- fue detenida por una fuerza de choque conformada por un gran contingente de policías que, bloqueando la carretera, con gases lacrimógenos y toletazos impidió el paso vehicular. Era la actitud de un gobierno represivo que tenía miedo a la oposición.
Ese mismo día y a pesar de la recesión económica que vivía el Ecuador, el Gobierno decidió el aumento de sueldos y salarios casi en un 18%, propiciando en consecuencia un remezón en el empresariado ecuatoriano que vio con preocupación este irresponsable aumento, que podría ocasionar un gran número de desempleados.
El Primer Año de la Revolución Ciudadana
Al iniciarse el 2008 y cumplirse el primer aniversario de su descontrolado gobierno al que presuntuosamente llamaba “Revolución Ciudadana”, en su afán de demostrar popularidad Correa pretendió “tomarse la ciudad de Guayaquil”, para lo cual convocó a simpatizantes contratados en diferentes poblaciones del país para realizar una magnífica y apoteósica manifestación a su favor.
La intención era muy clara, tenía que demostrarle al país y especialmente a Guayaquil que era él quien mandaba; pero el tiro le salió por la culata: aunque logró reunir a un gran número de portabanderas, gritones y garroteros a sueldo, Guayaquil y Nebot le respondieron con una contra manifestación que acalló sus gritos y los de la masa que lo acompañaba, mucha parte de ella simpatizante de los partidos políticos opuestos a Nebot.
Ya para entonces, términos como “pelucones” empleado contra todo guayaquileño que no le simpatizara, “gordita horrorosa”, como llamó a una valiente periodista, “momia coctelera”, como calificó a una distinguida dama guayaquileña, y “matón de barrio”, que era como se refería al Alcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, ya eran parte de cada uno de sus burlescos discursos populistas.
El Caso Llori… Una Perseguida Política
Por esa época, diferencias económicas y políticas suscitadas entre pobladores de la Parroquia rural Dayuma del cantón Orellana, de la provincia del mismo nombre, en el oriente, propiciaron algunos enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del gobierno, que culminaron violentamente cuando el 7 de diciembre del 2007 se desataron varios actos vandalismo. Ante estos hechos acudió una bien dotada fuerza militar que incluía desde comandos especializados hasta tropas de asalto; ¿Qué raro, tanto despliegue para un pueblito casi insignificante… Habrá sido que el gobierno tenía algún interés particular? Lo cierto es que la Prefecto de la Provincia de Orellana, Srta. Guadalupe Llori -acusada de terrorismo y otras infamias- fue capturada y llevada de un lugar a otro, de una cárcel a otra, de un cuartel militar o policial a otro y de una celda inmunda a otra.
Víctima de torturas morales y físicas, Guadalupe Llori se mantuvo estoica como ejemplo de lo que debe ser una mujer valerosa.
Entre otras cosas, se le negó el derecho de Hábeas Corpus, se le prohibieron las visitas familiares y de amigos manteniéndola totalmente incomunicada (claro, es mujer, y como hemos visto, ellas no le gustaban a Correa), se la obligó a restregar los inmundos pisos, y se la constriñó a una nueva serie de torturas físicas y morales.
Lo que sucedía con ella trascendió internacionalmente, y en consecuencia, a partir de agosto varias instituciones mundiales dedicadas a la defensa de los derechos humanos empezaron a intervenir en su protección; inclusive, en varios países europeos empezó a circular un folleto titulado “Guadalupe Llori: Polítical Prisioner ofthe Goverment of Ecuador”.
Luego de un largo penar y de luchar incansablemente de un juzgado a otro en busca de justicia, la defensa presentó varios alegatos, logrando finalmente que el 1 de febrero el Presidente de la Corte de Nueva Loja, Dr. Alberto Guerra, revoque las tres órdenes de prisión vigentes por terrorismo y peculado.
“Ese día se dieron sucesos hasta ahora no explicados. Las dos secretarias de la corte fueron retenidas por supuestos militares; una secretaria ad-hocgestionó las boletas de libertad, pero cuando estas llegaron a Quito, la policía embarcó en un patrullero al director de la cárcel y el Presidente de la Corte de Nueva Loja, que había revocado la orden de prisión fue destituido ese mismo día”
(El Universo.- Ag. 17/08)
La ex prefecto recibió, el 14 de marzo, la amnistía por parte de la Asamblea Constituyente, Sin embargo, permaneció detenida por presunto manejo irregular de fondos públicos.
Otra que no lo Aguantaba Más
Fue por esa época que -ante los atropellos cometidos por el Mandatario- una valiente universitaria guayaquileña, la Srta. Verónica Marriott Gonzáles, por medio de una carta publicada en diario El Universo del 12 de febrero lo emplazó diciéndole: “Mi paciencia, como la de todos los guayaquileños ¡se acabó! (…) usted arremete contra nuestra ciudad, lugar en el que usted nació pero del que no es parte (…) nuestro país necesita muchos cambios, pero no como usted lo está haciendo ya que en este corto tiempo se comienzan a ver las consecuencias de sus malas decisiones: el desempleo se ha incrementado, el desarrollo del país, mejor ni hablar de eso; la pobreza ha crecido; los precios de todo han subido (…) Con todo el respeto que merece por ser Presidente de la República, le pregunto, ¿cómo puede ser tan grosero con las mujeres?, señoras a las que usted se refiere como viejas peluconas, sí hacen cosas favorables por los pobres. No comparto su forma de gobernar. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Entienda nuestro apoyo a nuestro Alcalde, a querer una urbe mejor. No nos va a hacer retroceder. Espero que el mensaje le quede bien claro Presidente. Los jóvenes somos el futuro de la patria; déjenos algo de patria para poder levantarla cuando concluya su periodo”
La Asamblea Constituyente
A inicios de septiembre ya el gobierno tenía todo listo para las elecciones de los Asambleístas que participarían en la Constituyente, a las que, con el cuento de democratizarlas, buscó y facilitó el camino para que pudiera participar cualquier improvisado. Para 130 curules aparecieron 497 listas y 3.224 “candidotes” -salvo contadas excepciones- sin ningún tipo de preparación; de cualquier color, olor y sabor. A nadie se le ocurrió buscar a los constitucionalistas que -esos sí-, escogidos “a dedo”, hubieran podido orientar a los desorientados aspirantes.
Como no podía ser de otra manera, Correa logró que los candidatos de su partido “barrieran” en dichas elecciones, logrando una abrumadora mayoría de asambleístas (léase levantamanos) que sobrepasaba el 80%.
Aquí es preciso hacer referencia a un estudio realizado nada más y nada menos que por la célebre universidad de Salamanca, en España, el mismo que señala que “el 75% de los asambleístas llegó sin experiencia”; esto quiere decir que la Asamblea estaba conformada en su mayoría por una masa de ignorantes en lo que respecta a la elaboración de una Constitución, palabra de la que posiblemente ignoraban inclusive hasta su significado
(diario Expreso de Guayaquil, Sbre. 11/08).
La Asamblea Constituyente se instaló el 29 de noviembre de 2007 en un complejo -al que se llamó Ciudad Alfaro- especialmente construido para el caso en la ciudad de Montecristi, provincia de Manabí; y ese mismo día, sabiendo que no le sería aceptada por una Asamblea que le era incondicionalmente obediente, puso su cargo a disposición de la misma, que de inmediato procedió a ratificarlo.
Un mes más tarde y por iniciativa del burgomaestre de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, se organizó un encuentro de alcaldes de diferentes ciudades del país, que debían reunirse en la ciudad de Manta con el propósito de acordar la estrategia a seguir para combatir la serie de decretos de carácter económicos que -enviados por los asambleístas- habían sido aprobados por el presidente en menos de 24 horas, demostrando, indudablemente, que este ya conocía su contenido porque, posiblemente, él mismo los habría dictado y enviado a la Asamblea para que los levantamanos los propongan y aprueben.
La intención era también la de reclamar ante la Asamblea por una serie de leyes y disposiciones que, a más de perjudicar a las clases más necesitadas, quitaba las rentas y donaciones a los municipios.
Para respaldar a los alcaldes y especialmente a Nebot, se organizó una caravana vehicular a la que el mandatario llamó de empleados municipales y asalariados, agregando además “…que vengan mañana con mil, dos mil, tres mil de sus jornaleros pagados para dizque respaldarlos, que nosotros tendremos diez mil, 20 mil, 30 mil para decirles que la Asamblea ya es de todos”
(El Universo, Dic. 28/2007).
Estas declaraciones -indudablemente- alentaban al enfrentamiento entre ecuatorianos y a la consecuente división del país.
La caravana de más de 300 buses y gran número de vehículos particulares y de alquiler, luego de superar varios obstáculos, al llegar a La Cadena -límite entre las provincias de Guayas y Manabí- fue detenida por una fuerza de choque conformada por un gran contingente de policías que, bloqueando la carretera, con gases lacrimógenos y toletazos impidió el paso vehicular. Era la actitud de un gobierno represivo que tenía miedo a la oposición.
Horas más tarde, en una masiva concentración que se auto convocó en Guayaquil, Nebot dijo: “Ayer vimos a un hombre prepotente y sobrado. Todos lo vimos y oímos cuando dijo “Vengan, aquí los espero”, y cuando llegamos corrió”
(El Universo, Dic. 28/07).
Ese mismo día y a pesar de la recesión económica que vivía el Ecuador, el Gobierno decidió el aumento de sueldos y salarios casi en un 18%, propiciando en consecuencia un remezón en el empresariado ecuatoriano que vio con preocupación este irresponsable aumento, que podría ocasionar un gran número de desempleados.
A principios del 2008, términos como “pelucones”, empleado contra todo guayaquileño que no le simpatizara; “gordita horrorosa”, como llamó a una valiente periodista, “momia coctelera”, como calificó a una distinguida dama guayaquileña, y “matón de barrio”, que era como se refería al Alcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, ya eran parte del argot popular.
Es que todo aquel que no estaba de acuerdo con él, o con su manera de pensar, merecía un calificativo o insulto especial, sea este hombre o mujer, blanco o negro, indio o cholo, pobre rico, en fin… a Correa solo le producía ocasional respeto quien, o lo que estaba de acuerdo con su estupidez y mediocridad; el resto podía irse “a la casa de la V” como lo diría nada más y nada menos que en un encuentro con estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, donde, como veremos más adelante, demostró que era un “macho”.
Aquí vale la pena citar a Rousseau cuando dice que, “Las injurias son los argumentos de que se valen los que no tienen razón”.
Ya para entonces, el Gobierno, a través del Gobernador de la Provincia del Guayas Camilo Samán -que por cierto ganaba más que el propio presidente Correa, dando la impresión de que había un lleve o reparto ¿Qué curioso?-, a mediados de enero el Gobierno había retirado los $3 millones que aportaba para en mínima parte ayudar a financiar la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, impulsada por el Cabildo para enfrentar al hampa que se había enseñoreado en la ciudad.
Correa era un individuo cuya aberrante intención, tal como lo señaló la Srta. RossanaEstrada Isaías en carta al Universo del 7 de febrero del 2008, “no era generar nuevos ricos sino nuevos pobres”, señalándole también que el pueblo necesitaba un presidente “que gobierne, no que viva en campaña política gastando nuestro dinero innecesariamente”. Finalmente le hacía notar que el pueblo ecuatoriano “necesitaba que se eliminen las diferencias sociales, que se lo saque de la ignorancia, y se lo eduque para que pueda producir y percibir ingresos, no limosnas del Estado”; pero claro -y eso todos lo sabían- lo que el mandatario quería era mantenerlo en la ignorancia para poder continuar abusando de él con el cuento de que le aumentaban el miserable bono de pobreza, pero no le generaban nuevas y seguras fuentes de trabajo.
Pero el presidente no entendió el mensaje, pues en nada cambió su actitud y, por el contrario, sus odios y deseos de revanchismo cada día fueron en aumento, y así lo demostraba en cada uno de sus actos.
La Opinión Ciudadana
“Es hora de que le devuelva al país lo que todos le hemos dado: sus estudios que le hemos pagado; devuélvalos con algo más que odio y discursos de resentimiento social. Ecuador es uno y sus habitantes somos iguales todos; eso es lo que debe conseguir, igualdad, no desprestigio ni ridiculizaciones. No engañe al pueblo haciéndolo creer que es malo tener algo; edúquelo, déle salud para que en unos años puedan tener aspiraciones de servir al país. Que sus palabras de disculpa del discurso dado en la Asamblea por el año de su Gobierno no queden en palabras y que sean sinceras”
(Ec. Rossana Estrada Isaías.- Cartas al Universo, Feb. 7/08).
Fue por esa época que -ante los atropellos cometidos por el Mandatario- una valiente universitaria guayaquileña, la Srta. Verónica Marriott Gonzáles, por medio de una carta publicada en diario El Universo del 12 de febrero lo emplazó diciéndole: “Mi paciencia, como la de todos los guayaquileños ¡se acabó! (…) usted arremete contra nuestra ciudad, lugar en el que usted nació pero del que no es parte (…) nuestro país necesita muchos cambios, pero no como usted lo está haciendo ya que en este corto tiempo se comienzan a ver las consecuencias de sus malas decisiones: el desempleo se ha incrementado, el desarrollo del país, mejor ni hablar de eso; la pobreza ha crecido; los precios de todo han subido (…) Con todo el respeto que merece por ser Presidente de la República, le pregunto, ¿cómo puede ser tan grosero con las mujeres?, señoras a las que usted se refiere como viejas peluconas, sí hacen cosas favorables por los pobres. No comparto su forma de gobernar. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Entienda nuestro apoyo a nuestro Alcalde, a querer una urbe mejor. No nos va a hacer retroceder. Espero que el mensaje le quede bien claro Presidente. Los jóvenes somos el futuro de la patria; déjenos algo de patria para poder levantarla cuando concluya su periodo”
La Crisis Diplomática con Colombia
En los primeros meses del 2008, un operativo militar realizado el 1 de marzo justificó plenamente la acción de “violar” el especio aéreo y territorial ecuatoriano por parte del Ejército Colombiano, que bombardeó y atacó un campamento del grupo guerrillero narcoterrorista colombiano autodenominado FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se había establecido en el sector fronterizo, en el sitio llamado Angostura.
Dicho ataque -que acabó con la vida de varios guerrilleros e inclusive con uno de sus líderes máximos llamado Raúl Reyes-, marcó el inicio de otras acciones militares en territorio colombiano, que permitieron el rescate de la Sra. Ingrid Betancourt, quien había sido candidata a la Presidencia de Colombia; y de varios de los más de 700 cautivos que los guerrilleros mantenían secuestrados desde hacía más de siete años.
Luego de su rescate, durante una entrevista la ex candidata a la Presidencia de Colombia declaró: “Si Colombia tiene la certeza de que las FARC están utilizando bases militares instaladas en países extranjeros, su obligación es actuar como lo hizo en territorio ecuatoriano…”
Es posible que Colombia hubiera actuado considerando el hecho de que el presidente Correa no hacía nada para evitar la presencia de los guerrilleros colombianos dentro del territorio ecuatoriano, suponiendo además que los albergara y protegiera, pues nuestras tropas siempre llegaba a dichos campamentos “cinco minutos después de que estos habían sido abandonados”, encontrando inclusive la comida calientita que posiblemente era aprovechada por los valientes pero agotados y mal alimentados soldados de nuestro país; en todo caso, Correa puso el grito en el cielo, amenazando inclusive con ir a la guerra por la terrible afrenta de “haber acabado con un grupo guerrillero que se había establecido en el Ecuador”.
Luego de emplear para referirse al presidente Uribe de Colombia algunos de los epítetos que caracterizaron su vocabulario, y que Uribe -con la educación que lo identificaba- ignorara con la mayor indiferencia; obedeciendo mandatos del presidente Chávez de Venezuela -de quien era su mas afecto e incondicional aprendiz- en una de las tantas e incoherentes decisiones que caracterizaron la política internacional de su gobierno, “suspendió” las relaciones con Colombia.
La política internacional con Colombia no hacía otra cosa que repetir las bravuconadas del mandatario ecuatoriano que insistía ante el gobernante de nuestro país vecino -haciendo alarde de su equivocada política internacional- que controle su frontera, pero no podía controlar las nuestras, que diariamente eran violadas por guerrilleros colombianos que entraban y lo continúan haciendo, como Pedro en su casa, para asaltar, robar, secuestrar y asesinar a humildes pobladores de los pueblos fronterizos; no quería, o no podía ver, que el problema también era nuestro.
Pocos meses más tarde, los presidentes de Venezuela y Colombia se abrazaron en fraternal encuentro, mientras Correa quedaba “en el más ridículo de los ridículos”.
No a las Relaciones con Colombia
Es indudable que correa no entendía ni sabía nada sobre relaciones internacionales: ¿Cómo puedes romper relaciones con un vecino que siempre ha sido tu amigo, con el que desde antes de la independencia -el 9 de Octubre de 1820- siempre has mantenido buenos vínculos, con el que desde el nacimiento de la República del Ecuador -en 1830- has sostenido importantes relaciones comerciales, y con el que -en su región fronteriza- diariamente se mueven millones de dólares en un comercio formal e informal que beneficia a ambos países?.
Fue por esa falta de preparación diplomática o por su incontinencia verbal que el 5 de julio de ese mismo año, 2008, declaró como gran bacán: “nos ratificamos en nuestra postura: mientras no tengamos un gobierno decente con el cual tratar en Colombia, no se reanudarán esas relaciones”
¿Sabía Correa -un hombre prepotente, abusivo, atrabiliario, incontinente, mentiroso, malhablado, atrevido, enemigo de todos, vulgar y burlón- lo que es ser decente?
Corrupción
Durante su campaña presidencial, uno de sus principales argumentos -que indudablemente le sirvió para lograr muchos votos- fue la promesa de combatir implacablemente a la corrupción que campeaba en casi todos los estamentos de la administración pública; pero esta se continuaban dando con la venia del Gobierno, tal cual quedó demostrado cuando -al igual que había hecho anteriormente con su Ministro Patiño- defendió al Súper Intendente de Compañías, Francisco ArellanoRaffo, a quien sus propios colaboradores habían denunciado -con documentos comprobatorios-, por el chantaje económico al que eran sometidos bajo la amenaza de ser despedidos de su sitio de trabajo, “descontándoseles”, por medio de sus roles de pago, los valores que estos “voluntariamente” aportaban al partido de Gobierno.
“…sus autores admitieron que acostumbraban a pedirles a los empleados del Estado una contribución para el partido de gobierno (…) Por eso fue inmoral, también, la propuesta del Subsecretario de Gobierno aquel que se quiso dar un revolcón con una señorita que le había ido a solicitar empleo”
(Emilio Palacio.- Editorialista de diario El Universo, abril 3 de 2008).
Desprecio al Voluntariado y a la Obra Social Privada
A Correa le molestaba y le continúan molestando, todos aquellos que por su inteligencia, voluntad, generosidad y capacidad son mejores que él, tanto así, que también volcó su odio contra las damas guayaquileñas que realizan labores de voluntariado en clínicas, hospitales, albergues y escuelas, para asistir con dedicación y amor a los más necesitados.
Indudablemente ignoraba que el voluntariado guayaquileño es una “institución” que nació con la misma ciudad desde el momento en que esta se estableció de manera definitiva en las faldas del cerro de Santa Ana. Ignora también que la abnegada labor del voluntariado la realizan respetables damas guayaquileñas, y que a los miles de personas -de todas partes de la República- que han recibido y continúan recibiendo salud, alimentación, educación, consuelo, amor, trabajo, techo y esperanza, poco o nada les interesa el apellido o el dinero de quien los ayuda.
El Caso Filanbanco y Algunas Cosas Más
Una semana más tarde, gracias a una hábil maniobra política, jurídica y demagógica, dispuso y movió los hilos para arrebatar a la familia Isaías “en favor del pueblo y de la Patria” cerca de doscientas empresas en pleno proceso de producción; entre ellas, tres canales de televisión (10, 8 y 3), que mucha falta le hacían al gobierno para insultar a sus opositores, especialmente a Guayaquil y su valiente alcalde, el Ab. Jaime Nebot Saadi; publicitar sus engañosos mensajes políticos, sus promesas imposibles de cumplir, y sus fantasiosas y nunca iniciadas obras (¿?).
Junto a los canales, también fueron incautadas importantes empresas en pleno proceso de producción, muchas de las cuales no pertenecían al grupo Isaías, las cuales fueron entregadas a improvisados e incapaces administradores.
Mientras esto sucedía, un pueblo desorientado y sin trabajo, cuyo costo de alimentos había aumentado de manera desmedida, aplaudía embrutecido las medidas tomadas por el gobierno en contra de los “banqueros corruptos”, convencidos que ellos serían los beneficiarios y “nuevos dueños” de las empresas incautadas.
El pobre pueblo, ignorante de lo que pasaba a su alrededor, ni cuenta se dio de que pocos meses más tarde, varias de las empresas fueron devueltas a sus legítimos dueños pero ¿en que condiciones?… Ya varios empleados habían perdido sus trabajos.
Publicidad Falsa y Engañosa
Aprovechando los medios de comunicación de los cuales se había apropiado, que incluían canales de televisión, un montón de radiodifusoras y diario El Telégrafo de Guayaquil, el gobierno se empeñó en la inmoral tarea de desinformar a los ecuatorianos no solo insultando a sus opositores sino, anunciando y publicitando la realización de obras muchas de las cuales ni siquiera habían sido contratadas; las fotografías de “primeras piedras” aparecían muy a menudo y la información correspondiente se repetía por radio y televisión.
Pero todo era mentira. Puentes, carreteras, caminos secundarios, programas de vivienda -de los que ya hablaremos más adelante-, hospitales, etc., todo era anunciado, pero todo era mentira.
Apoyo al Deporte
En diciembre de 2008, luego del fracaso de los Juegos Deportivos que se realizaron en la ciudad de Macas, provincia de Morona-Santiago, fracaso que se debió a que el entonces Ministro de Deportes Raúl Carrión no cumpliera con la construcción de los escenarios deportivos, a pesar de haber contado con los fondos necesarios, tras un largo y tortuoso proceso la Contraloría General del Estado estableció indicios de responsabilidad penal en contra de Carrión -quien se había autocalificado como “El Dueño del Circo” para graficar su larga amistad con el presidente Correa-, dos de sus colaboradores y cinco contratistas.
“El paradero del ex ministro Carrión, quien mientras ejerció el cargo (2007-2008) se autocalificó como uno de los hombres más cercanos al presidente Rafael Correa, es desconocido”
(El Universo, Dic. 25/08).
Viviendas para los Pobres
Las casas construidas por el Ministerio de Vivienda MIDUVI, eran peor que las que los niños construyen para jugar a las muñecas: el zinc de los techos -que con el primer soplo de viento volaron, dejando desamparados a los “felices” beneficiarios del programa de vivienda, podía ser roto y cortado utilizando solo los dedos, como quien rompe un delicado papel cometa; las paredes de ladrillo y cemento se caían cuando el niño que jugaba en su nuevo hogar se tropezaba con ellas, las vigas de “cemento armado” se desmoronaban con solo pasar las manos por ellas; en fin, podría llenar una página describiendo estas hermosas moradas a las que la Ministro de Vivienda, María de los Angeles Duarte, calificó de seguras, bien construidas y de gran beneficio social, acusando a la prensa y al alcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, de ser los culpables de la mala propaganda que se hacía sobre el magnífico programa habitacional del gobierno.
En una concentración convocada por el gobierno a inicios de diciembre de 2008, alrededor de la tarima sobre la cual se habían ubicado los funcionarios públicos y, especialmente los del Ministerio de Vivienda MIDUVI, “cientos de simpatizantes oficialistas (¿Voluntarios o pagados?) provenientes de Manta, Sucre, Montecristi, Santa Ana y Tosagua, con pancartas que con frases que incitaban a la confrontación regional como las que señalaban: “Sr. Nebot a los manabitas déjenos en paz” o “Nebot, Manabí no come cuento”
(El Universo, Dic. 10/08)
¿Qué pito le correspondía tocar a Nebot en Manabí? El tenía preocupaciones mucho más importantes como lo eran enfrentar al peor enemigo de la ciudad, precisamente el presidente Correa y sus áulicos que lo obedecían ciegamente; y tratar de que Guayaquil continuara siendo -por sobre las protervas intenciones de destruirla que corroían la mente del mandatario- como la más bella, próspera y generadora de trabajo para todos los ecuatorianos, especialmente manabitas, a los que -como a todos- recibe con los brazos abiertos para ofrecerles oportunidad de trabajo y un mejor porvenir.
Incapaz de encontrar excusa para su incompetencia, la Ministro tuvo la audacia de expresar que “los periodistas van de pueblo en pueblo pagándole a la gente para que se queje por los daños en sus casas”, pero los pobres continuaban viendo con desesperada angustia como a sus humildes viviendas -que no eran gratis- continuaban llevándoselas el viento.
Más Desarrollo a Través de la Obra Pública
Las carreteras y los puentes no conocían lo que era una motoniveladora, un tractor o una pala mecánica, pero se anunciaba con gran pompa y en base a una hábil campaña promocional ideada por ese genio de la publicidad que es Vinicio Alvarado -uno de los hombres fuertes del gobierno- que “Ahora si se puede comunicar todo el país (…) Haga el recorrido socio. La revolución vial está en marcha”
(El Universo, Jun.10/08)
Y así, obras que no existían ni en la mente de sus promotores, se anunciaban como inauguradas o casi a punto de serlo.
Desprecio a la Inteligencia
A Correa le molestaban y le continúan molestando todos aquellos que por su inteligencia, voluntad, generosidad y capacidad son mejores que él, tanto así, que también volcó su odio contra las damas guayaquileñas que realizan labores de voluntariado en clínicas, hospitales, albergues y escuelas, para asistir con dedicación y amor a los más necesitados.
Indudablemente que Correa ignoraba -y posiblemente continúe ignorando- que el voluntariado guayaquileño es una “institución” que nació con la misma ciudad desde el momento en que esta se estableció de manera definitiva en las faldas del cerro Santa Ana. Ignora también que la abnegada labor del voluntariado la realizan respetables damas guayaquileñas a las que el sonriendo sarcásticamente llama “Peluconas”, y que a los miles de personas -de todas partes de la República- que han recibido y continúan recibiendo salud, alimentación, educación, consuelo, amor, trabajo, techo y esperanza, poco o nada les interesa el apellido o el dinero de quien los ayuda.
La Constituyente
A mediados de 2008, la tan cacareada Asamblea Constituyente -creada a su capricho y voluntad- era ya un circo de “levantamanos” que lo obedecía incondicionalmente, hasta en sus más disparatadas propuestas, llegando al extremo de entregarle al Estado -y en consecuencia al Ejecutivo-, “Poderes sin Límites sobre la Economía”, gracias a 35 artículos formulados por la Mesa Siete que propuso cambian radicalmente la estructura económica del Ecuador
(Expreso, May.29/08)
La Constituyente proponía también, y así lo denunció Jaime Nebot, Alcalde de Guayaquil, cuando dijo «La gente sabe que esa Constitución va a perjudicar el servicio de alcantarillado, de agua potable. ¿Cuándo recibían los estudiantes textos gratuitos o la gente tenía medicina gratuita? Todo eso, el artículo 161, se lo lleva; salud, educación, registro civil, vivienda; y el artículo 318, agua potable y alcantarillado. Acaba el plebiscito y veremos al Presidente -de vez en cuando-, cuando venga a fastidiar lo que hacemos aquí»
(El Universo, Sbre.18/08)
50 Millones Para Comprar Asambleístas
Pocos días después, precisamente el 12 de junio del 2008, diario Expreso señala que -mientras se realizaban investigaciones en busca de indicios sobre un posible atentado en contra de la vida del Mandatario- el Jefe de Inteligencia del Comando Conjunto había sido informado acerca de “un posible financiamiento de 50 millones de dólares para la compra de asambleístas”.
Pongo particular duda en que alguien quisiera matar a Correa, realmente no valía la pena, y existían otros métodos más fáciles y baratos para acabar con él. Surgieron entonces varias preguntas que hasta finales del 2008 aún no habían sido resueltas por la Inteligencia Militar: ¿Cuál era el objeto y quienes tendrían interés en gastar tan alta cifra en la compra de conciencias de asambleístas de tan poca monta?
El asambleísta gobiernista de Alianza País, Gabriel Rivera, declaró que había recibido dos llamadas telefónicas, en las cuales ofrecían la posibilidad de ganarse tres palos grandes, y que el negocio consistía en “la compra de conciencias de asambleístas para reinstalar el Congreso Nacional y no aprobar la nueva Constitución del Estado”.
Pero la compra de conciencias no se daba solamente en las altas esferas del gobierno; el pueblo ecuatoriano, ese pueblo pobre siempre lleno de esperanzas y con la ilusión de que alguna vez el gobierno se acuerde de el, también era comprado, directamente y en persona, por el propio Correa quien visitaba los pueblos campesinos llevando una “Lluvia de ofrecimientos en el sector rural para pedir el Sí”; y así lo hace constar diario Expreso de Guayaquil en su edición del 29 de agosto de 2008.
Pero, ¿Que de raro podría tener esta lluvia de ofrecimientos, si los ex asambleístas -paradigmas de honestidad- aceptaban la delegación de firmas para que los asesores cobren sus sueldos?
Bajo el titular de “Ex Asambleístas Aceptan Delegación de Firmas Para que Asesores Cobren”, diario El Universo, en su edición del 29 de agosto de 2008 decía: “Ayer, Germánico Pinto (perteneciente al partido de gobierno Alianza País)admitió, al igual que lo hizo el pasado martes Gilberto Guamangate (dePachacutik), que otra persona firmó en lugar de su asesora…”
Y por supuesto, nada pasó, posiblemente porque se había borrado de la Constitución la palabra Peculado y, como todo el mundo ya lo sabía, la corrupción alcanzaba las más altas jerarquías de la justicia. Para demostrar lo señalado, ese mismo día diario El Universo publicó las fotos correspondientes a las respectivas falsificaciones. ¿Qué hubiera pasado si algún burócrata más sabido falsificaba la firma del Presidente de la República o del Presidente o Gerente del Banco Central?
Emilio Palacio, valiente colaborador de diario El Universo, en uno de los párrafos de su editorial del 31 de agosto titulado “Peculado”, dice: Hay otra denuncia igualmente grave que deberíamos tomar en cuenta. Según un informe secreto de la Contraloría, hay indicios de que alguien falsificó las firmas de varios asesores de ex asambleístas, apropiándose ilegalmente de fondos públicos. En otras palabras, hay indicios de peculado en la gestión de la Asamblea Constituyente. El mismo delito que desapareció de la lista de crímenes imprescriptibles de la nueva Constitución.
A pesar de todo, al presidente continuaba su recorrido por pequeñas ciudades, pueblos y comunas donde hacía toda clase de ofrecimientos y entregas, la mayoría de ellos simbólicos, comprometiéndose a la construcción de colegios con reformas curriculares, escuelas, mobiliario escolar, aulas, etc., claro, todo ello a cambio de que lo apoyasen en el Sí al referéndum relacionado con la aprobación de la nueva Constitución. (Expreso, Sbre 3/08)
Fraude e el Texto de la Constitución
Finalmente -en medio de insultos, bravuconadas y contradicciones- la Asamblea Constituyente llegó a su fin en la fecha señalada del mes de julio, en medio de una serie de vergonzantes acusaciones, que debieron cumplirse para poder “cumplir” y dictar a voluntad del Mandatario una Constitución Centralista.
Los ex asambleístas por el Partido Social Cristiano (PSC), César Rohón y Leonardo Viteri acudieron a la Fiscalía General para denunciar cambios en el proyecto de la nueva constitución.
La denuncia establecía que la Comisión de Redacción había cambiado los textos constitucionales del proyecto que serían sometidos a referéndum el próximo 28 de septiembre. (El Comercio.- Sbre. 16/08)
Por su parte, el asambleísta Ab. León Roldós denunció “siete cambios en textos del proyecto de Constitución; esto quiere decir que, uno era el texto discutido y aprobado, y otro el consignado en el texto final, publicado en todo el país para el conocimiento ¿? De toda la ciudadanía.
Y las denuncias del fraude cometido con la Constitución no cesaban al extremo que, en la sección de “Opinión” de diario El Comercio de Quito, del 24 de septiembre el Sr. Sebastián Mantilla Baca señaló, entre otras cosas, que en el Ecuador habían sucedido situaciones realmente lamentables y preocupantes. Se interpretó de manera antojadiza el estatuto de la Asamblea, a través de los cuestionado mandatos se reemplazó a las principales autoridades de los organismos de control (…) y, lo más grave, se introdujeron cambios en el texto constitucional, los cuales nunca fueron aprobados por el pleno de la Asamblea.
“Los ecuatorianos van a votar este domingo sobre un texto constitucional adulterado, manipulado e ilegítimo…”
(El Comercio.- Sbre. 24/08)
Y así fue, víctimas del engaño basado en una muy bien planificada campaña publicitarias, por abrumadora mayoría que se reflejó en la mayoría de las provincias, menos en Guayas y su capital Guayaquil, el Sí promocionado por el gobierno obtuvo el triunfo que simpatizantes y opositores ya esperaban.
Los Ecuatorianos, Voluntariamente (¿?), Financian las Insoportables Cadenas Radiales y Televisivas del Presidente de la República.
La Ley de Radiodifusión y Televisión vigente -al menos hasta agosto del 2008-, ya que este Gobierno cambiaba a voluntad y conveniencia todas las leyes, disponía en su Art. 59 que “Toda estación está obligada (…) a destinar hasta una hora diaria, de lunes a sábado, no acumulables, para programas oficiales deteleducación y salubridad, elaborados por los ministerios de Educación y de Salud”
Pero estas aberrantes cadenas eran destinadas a fines políticos destinados a promocionar la supuesta obra del gobierno, por lo que de manera muy viril el Sr. Sebastián Corral, gerente de la empresa televisiva Telamazonas envió a la Subsecretaría de Comunicaciones una carta en la que le expresaba que “Bajo ninguna circunstancia se puede pretender atribuir un carácter educativo a la difusión de programas que explican, ilustran, promueven y/o exaltan un proyecto de Constitución que está siendo sometido a referéndum a través de un proceso electoral”
Con relación a este proceso o referéndum es preciso señalar el hecho de que se proponía otorgar el derecho voluntario de participar en los procesos eleccionarios -y en consecuencia de votar- a los menores de edad que ya hubieran alcanzado los 16 años de edad. La intención era muy clara: se pretendía poder manipular con facilidad a los imberbes para conducirlos por caminos de “revolución”, antes de que estos conocieran siquiera lo que era libertad de decisión y democracia.
Una Asambleísta con Problemas Sexuales y otra a la que no le gusta el Escudo
Pero los problemas económicos del país realmente no tenían importancia, había otros más trascendentales (¿?), uno de ellos se demostró cuando surgió la frustrada insatisfacción de la asambleísta Soledad Vela, quien propuso que se incluya en la Constitución el “derecho de la mujer al placer sexual” y el de poder “demandar al esposo cuando este no la satisfaga sexualmente”. Esta propuesta no solo causó la carcajada unánime de los ecuatorianos, sino que, además, convirtió a nuestro país en objeto de burla internacional.
Pero la propuesta es comprensible: si alguien que por su soledad se llama precisamente Soledad, es lógico que en sus momentos de obscura e insatisfecha soledad acuda, precisamente, a una vela.
Por su parte, la asambleísta Tania Hermida propuso el cambio del Escudo Nacional, sugiriendo alternativas que motivaron una vez más la burla general: entonces todos quisieron dar su apreciación para respaldar las propuestas de los asambleístas de sus simpatías, o expresar sus propias opiniones.
Los ciudadanos comunes intervinieron con las más variadas propuestas. Algunos sugerían que el cóndor, que no es otra cosa que un gallinazo grande y carroñero en vías de extinción, sea sustituido por otros animales más representativos como el cuy o la iguana, habiendo existido también la propuesta de que se ponga en su lugar un cangrejo, para representar la realidad de un país que camina para atrás.
La Asamblea, tratando de revivir teorías y conceptos comunistas totalmente olvidados y pasados de moda, intentó que el nombre de Dios no apareciera en la Constitución, reformar la letra del Himno Nacional y cambiar los colores de la bandera.
Esos criterios y propuestas -estupidez tras estupidez capaz de ser generados solo por imbéciles- simbolizan la calidad intelectual de “todos los asambleístas”, pues ninguno -talvez alguno lo hizo de manera vergonzosa y timorata- se atrevió a poner en su sitio a quienes hicieron esas absurdas proposiciones.
Por otro lado, los asambleístas que representaban a las diferentes etnias aborígenes que habitan el territorio ecuatoriano proponían -amenazas de por medio- que en la Constitución debía consignarse que el Ecuador en un país “plurinacional”, es decir, que dentro de la nación ecuatoriana existen otras naciones, con sus propias constituciones y leyes; ¿habrán tenido los indios la perversa intención de retacear al País? Es muy posible, pero los asambleístas callaban y ninguno se atrevió a mandarlos a freír chirotes.
¿Qué Tenía el Presidente en Contra de las Mujeres?
Es indudable que al presidente Correa no le gustaban las mujeres y sentía hacia ellas un gran odio, desprecio o rivalidad; y esto es fácilmente comprobable si, a los calificativos mencionados anteriormente, recordemos: “gordita horrorosa”, “momia coctelera”, etc., añadimos lo que sucedió con la Prefecto de Orellana Guadalupe Llori, y el la forma en que trató nada más y nada menos que a la asambleísta Martha Roldós, quien cuando llegó al Presidente Venezolano Hugo Chávez se acercó a él para entregarle una carta, habiendo entonces sido interrumpida groseramente por el presidente ecuatoriano.
Con relación a este hecho vergonzoso, al declarar ante la prensa dijo: «Yo fui a entregarle una carta al comandante Hugo Chávez y otra para el Presidente de la República (Rafael Correa) (…) sobre el tema de la construcción de la refinería en El Aromo». Recordó que cuando hizo el pedido, el presidente Correa perdió la paciencia y «me dijo majadera y que por favor me callara»…
(El Universo, Jul. 16/08)
Más Violencia Verbal
Se puede concordar o no con las cúpulas de las iglesias; se puede discrepar o no con sus opiniones. Lo que no es permisible, sobre todo si se trata del Gobierno o de cualquier otra institución del Estado, es burlarse, amenazarlas, y peor aún, incitar a cualquier forma de violencia contra ellas.
Si alguien no está de acuerdo con el sermón, tiene la opción de no acudir o no volver; pero aquello de levantarse para interrumpir e increpar al sacerdote -como aconsejó el Presidente a mediados de año- sería una falta de respeto, un atentado a la libertad de expresión y una agresión verbal que no se debe aceptar.
Primero fueron los banqueros, siguieron los periodistas, después los «pelucones», más tarde los guayaquileños, ahora la Iglesia católica ¿Hasta dónde piensa llevar el Presidente de la República este estilo de faltarle el respeto a los que disienten? ¿Es que desea un Ecuador donde no quede nadie sin denigrar u ofender? Los llamados de atención que se le han hecho parecen inútiles, pero no por eso podemos dejar de insistir (Editorial de diario El Universo; Agosto 2 de 2008)
Embestidas Contra la Iglesia Católica
A mediados de agosto de 2008, el odio y el revanchismo contra la iglesia Católica que se oponían a sus protervos deseos totalitarios e impíos, dieron pie a una situación que estigmatizará una vez más a las autoridades de su Gobierno y a él mismo. Varias iglesias fueron asaltadas, robadas, y las hostias fueron profanadas y tiradas por el suelo como alimento para perros.
Días después -siempre contra Guayaquil-, las paredes de varios edificios públicos e iglesias católicas amanecieron pintarrajeadas con grafitis insultantes en contra del alcalde Jaime Nebot y del Presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Guayaquil, Mons. Antonio Arregui.
Los cuatro quiteños autores de estos actos de vandalismo fueron capturados por la Policía Metropolitana, y uno de ellos, cuyo nombre no merece pasar a la historia, “dijo a TC Televisión que habían sido contratados por la Secretaría de la Administración de la Presidencia…”
(El Universo.- Ag. 16/08).
Ultraje a la Universidad Católica
El 16 de agosto, en su incansable campaña política, totalmente contrapuesta a lo que señala la ley, el presidente Correa logró que se le permitiera organizar un encuentro con los estudiantes, con el propósito de hacer campaña a favor de sus absurdos conceptos políticos y del SÍ para lograr la aprobación de la nueva Constitución, redactada por los incondicionales áulicos del gobernante, de acuerdo a lo dictado por este.
“El presidente llegó a la Universidad con un resguardo policial, militar; guardia particular de la presidencia armados hasta los dientes. En los exteriores, alumnos de todas y facultades expresaban su malestar por la visita de Rafael Correa. El Aula Magna era revisada por perros buscando bombas. En los corredores de la Universidad, policías en los techos, acostados con armas de grueso calibre apuntaban a todos lado (…)
Simpatizantes de Correa -en su mayoría infiltrados de otros sectores que no tenían nada que ver con la Universidad Católica- no perdieron la oportunidad de iniciar acciones violentas en contra de los universitarios que, respetando su recinto, preferían mantenerse al margen de cualquier confrontación; pero poco a poco el tono de las agresiones fue subiendo, y fue entonces cuando -a más de los insultos- “Una fuerza represiva, de civil y con manoplas, atacó a los estudiantes” que reclamaban por la presencia autoritaria del Jefe de Estado; aparecieron también los palos, garrotes y -sorpréndase usted- hizo también acto de presencia la fuerza pública, y especialmente la policía con sus toletes y gases lacrimógenos, irrespetando la autonomía universitaria por orden del Gobierno.
Ese día y para demostrar que era un machote bien plantado, ante los gritos y arengas expresados por la oposición -entre la que se encontraba un innumerable grupo de señoritas -en un momento de inusitado valor cobardemente incitó a la violencia entre el alumnado en un acto inadmisible de barbarie diciendo a sus partidarios (no todos eran estudiantes), que sus detractores podían irse “a la casa de la V” demostrando su machismo nada menos que en un encuentro con estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, y donde, como veremos más adelante, para demostrar su condición de varón, continuó arengando al enfrentamiento entre estudiantes diciendo:“Chicos… resuelvan ustedes mismos el problema…? Ellos no pasan de cincuenta y ustedes son más de cuatrocientos”.
Viendo que las cosas se ponían demasiado calientes y que los estudiantes opositores a su gobierno superaban ampliamente en valor y razonamiento a sus simpatizantes, Correa aprovechó el momento en que uno de los policías golpeaba salvajemente a la Srta. Karol Solórzano, para oculto entre la muchachada salir corriendo, asustado, con sus carros apedreado, mientras los alumnos gritaban “democracia sí, totalitarismo, no” (…) “Una guerra civil se estaría aproximando. Vientos de guerra se sienten más fuertes cada día”
(Carta del Sr. Eduardo Viteri.- El Universo, Ag. 20/08).
Días más tarde, las investigaciones internas realizadas en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil llevaron a sus representantes ante la fiscalía del Guayas, donde el rector Michel Doumet presentó una denuncia contra autores, cómplices y encubridores de los presuntos delitos de tentativa de asesinato contra estudiantes; y de la violación de los predios universitarios, registrados el 16 de agosto durante el enlace radial que -semana a semana y desde diferentes puntos del país- el presidente obligaba a escuchar a todos los ecuatorianos.
Decretos de Emergencia
Para poder “meter mano” en todos los recursos económicos del país, inclusive en la reserva monetaria, el gobierno de Correa acudió a los “Decretos de Emergencia”, por medio de los cuales, simplemente a su soberana voluntad, retiraba los dineros necesarios para poder cumplir en parte sus ofrecimientos de campaña.
Como no podía ser de otra manera, en muy poco tiempo el país estaba casi totalmente quebrado y no había ni para pagar las deuda del Estado, para lo cual, Correa acudió a otra de sus “genialidades”: declarar que las deudas eran ilegales, que los prestamistas internacionales, convencido de que eran “más sabidos que él” le querían exigir sus pagos, o expulsando a sus acreedores del país, tal sucedió con la compañía brasilera Odebrecht, que durante muchos años había realizado la mayoría de las obras más importantes del país.
Correa, para deshonrar la deuda, expulsó a dicha compañía y estuvo a punto de romper relaciones con Brasil, que advirtió que el comercio con Ecuador sufriría graves efectos si no se cancelaban los valores adeudados.
El Ministro de Energía Brasileño, Edison Lobao, calificó la decisión del Gobierno ecuatoriano de expulsar y procesar a la constructora Odebrecht y a la estatal energética Fumas, con sus funcionarios, como una “una bravuconada que no lleva a fortalecer las relaciones diplomáticas”.
Por su parte, el canciller brasileño. Celso Amorim confirmó que realmente no había clima para reanudar “cualquier negociación de proyectos de cooperación con Ecuador”, y calificó de «escalada retórica» las medidas contra las empresas brasileñas en Ecuador.
El Ecuador quedó entonces convertido en uno de los países más tramposos del mundo.
Record de Inflación y hambre en todo el País
Septiembre fue un mes que comenzó anunciando negros presagios para el bolsillo y estómago de los ecuatorianos, y así lo señala diario Expreso de Guayaquil en la primera página de su edición del día 5, pues según reporte emitido el día anterior por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) “el país sufría la inflación más alta de los últimos seis años, y el índice anual de precios al consumidor había aumentado al 10,02%, frente al 2,44% del 2007”.
Libertad de Expresión
Para que todo sea completo, a mediados de agosto se coartó la libertad de prensa, prohibiendo a los medios difundir imágenes de hechos violentos como son los asesinatos, accidentes vehiculares con muertes y, sobre todo, las que presentan a la policía o a los miembros del partido gobernante, maltratando a palazos a quienes no están de acuerdo con las equivocaciones del gobierno.
También se impedía publicar las imágenes de quienes -al parecer de cualquier guardaespaldas o asalariado- le faltara el respeto al presidente tocando algún silbato, levantando la mano para saludar a un amigo o, como -como debió suceder muchas veces-, gritando alguna consigna en contra del gobierno. Entonces la prisión y el correspondiente maltrato eran inmediatos, mientras los delincuentes, sean estos asaltantes, estruchantes, robacarros, traficantes de drogas, estafadores, falsificadores de firmas, especuladores o asesinos, gozaban de absoluta y garantizada libertad, al tiempo que miraban sonrientes y aplaudían la labor policial.
La sabia excusa que dio el Ministro de Gobierno Fernando Bustamante fue que “Con esta Medida se quiere poner fin a una especia de inequidad en la que solo los pobres salían exhibidos y no los ricos o pelucones”
Qué inteligente! (El Universo,Ag. 19/08)
El Arte También Molestó a los Burócratas y Adulones
Libros, pinturas, obras de teatro, instalaciones y otras clases de expresiones artísticas también fueron censuradas e impedidas de exhibirse o publicarse por su «fuerte contenido», según las ilustradas opiniones de los áulicos del Gobierno.
Una muestra de quince mujeres pertenecientes al Colectivo de Artistas Costarricenses, luego de haber sido expuesta con aplausos el año anterior en diferentes galerías internacionales, fue prohibida en nuestro país
Igual cosa sucedió con la pintora británica Máxime Xavier denunció una censura, durante un concurso, a su obra denominada Possession, un cuadro con su retrato que -afectando la virilidad de los críticos- la presentaba con los pezones «demasiado erectos» como para ser expuestos al público.
Y así, como lo señalado, toda expresión artística que no fuera “entendida” por los empleaditos del gobierno, como sucedió con el Sr. Ricardo Antón que -como Presidente de la Comisión de Tránsito del Guayas- prohibió la exhibición de un cuadro que mostraba a un “vigilante” tal cual los ve el público: como un buitre.
Pero también le molestaban al gobierno los programas de televisión divertidos como el popularísimo “Buenos Muchachos” conducidos por artistas como FranciscoPinoargotti, al que a un funcionario de segunda clase -le pareció “simplemente que el espacio no era adecuado”, procediendo de inmediato a su censura. Mucho más inteligente -lógicamente- el artista respondió ante una manifestación de respaldo realizada en la Av. 9 de Octubre, asegurando que la censura “no es un tema de defender lo que está bien o lo que está mal, sino la libertad de expresión”Posteriormente añadió: “Puedes ser de todo, economista, licenciado; difícil es que puedas llegar a ser un señor (…) “en algunas ocasiones como hoy han callado nuestra voz (…) “La libertad de expresión se empieza a perder…”
(El Universo, Nov. 29/08)
Octubre del 2008
A mediados de Octubre sorprendió muy favorablemente a los ecuatorianos, cuando varios grupos de invasores y traficantes de tierras intentaron apoderarse de haciendas y grandes propiedades agrarias. Los “invasores”, haciendo eco al slogan político que el presidente había utilizado y explotado durante todas sus campañas, exigieron el derecho de apropiarse señalando que “la tierra ya es de todos”. Otros, demostrando que las ofertas hechas por el mandatario no eran otra cosa que una inmoral compra de votos, declaraban estridentemente “yo voté por él”… “yo voté sí a la nueva Constitución y ahora él debe cumplir con su ofrecimiento… “la tierra ya es de todos…”.
Cosa similar sucedió pocos días después cuando un grupo de desorientados estudiantes se dedicaron al vandalismo exigiendo derechos que supuestamente el presidente había ofrecido. En ambos casos, Correa se ajustó la correa y dispuso, en el primer caso, al desalojo inmediato de las tierras invadidas, haciendo hincapié en que durante su gobierno no permitiría que eso sucediera; en el segundo, haciendo caso omiso a la amenaza de los dirigentes estudiantiles, ordenó la expulsión inmediata de sus respectivos planteles educacionales, de 27 vándalos que en Quito habían creado el caos y destruido varios inmuebles… ¿Pero… Se cumplió la sanción?
Inusitado Afán de Acabar con las Instituciones Benéficas
A finales de diciembre del 2008 y habiendo comprobado la incapacidad de su gobierno para solucionarlos problemas de salud que azotaban a la ciudadanía y de manera especial a los más pobres, no encontró mejor fórmula que atacar, ofender, insultar y perjudicial a las que de manera solidaria sí cumplían con ese fin. Una de ellas es la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer, SOLCA, a la que el llamado “Congresillo” -llamado así posiblemente por la calidad de sus “congresillistas”-, que decidió “meter mano” e intervenir y modificar los procedimientos con los que SOLCA financiaba su extraordinaria labor, “que no es otra cosa que la de atender a miles e ecuatorianos de todas las clases sociales que sufren del terrible flagelo del cáncer, entre los que estoy yo …
(Irene Pino de Orús.- El Universo, Dic. 12/08)
Aunque es indudable que la proteja intención era la de “centralizar” los dineros de SOLCA, El justificativo argumentado por los miembros del “Congresillo” era el de suponer que los bancos y financieras no entregaban puntualmente los fondos que debía recibir dicha institución, de la que nunca nadie recibió queja alguna y, por el contrario, solamente se han escuchado elogios y frases de agradecimiento por su eficiente y generoso servicio. ¿Quién se habrá querido llevar esos dineros? (por cierto, debo señalar que yo -al igual que mi prima Irene, destacada en el párrafo anterior- también sufro de ese mal, contra el que SOLCA lucha tan denodadamente, y nunca me cansaré de agradecer a Dios su existencia).
El Avión Presidencial
Desde gobiernos anteriores, algunos mandatarios habían estudiado la posibilidad de adquirir un avión presidencial -posiblemente de segunda mano-, y siempre esta intención había quedado frustrada ante la poca o ninguna necesidad y el alto costo que este representaría.
Pero en su megalomanía y deseo frustrado de parecerse aunque sea en “alguito” a los gobernantes de países más ricos y poderosos, o a magnates de la industria internacional, el presidente Correa se empeñó en un incontrolable afán de adquirir un bello, cómodo, lujoso e inservible avión para que -por sus características- lo lleve a ninguna parte. Y así, obnubilado por su posición de un país al que él consideraba rico y poderoso, se empeñó en la adquisición de un avión que costaba, precisamente, el valor que nuestro país debía cancelar por concepto de la deuda externa.
Si la “Patria ya es de Todos”, ¿podrá el pueblo, alguna vez, pasear en ese avioncito que también será de todos, porque para satisfacer su capricho será el pueblo quien saque y ponga los billetes?
Como si esto fuera poco, luego adquirió también un lujoso “helicóptero presidencial”, que llegó al país a finales de marzo de 2009.
El Ferrocarril
Una obra que debe ser rescatada de este período gubernamental es -indudablemente- el intento de reconstrucción del ferrocarril Guayaquil-Quito que, desde que fue nacionalizado ya hace muchísimos años, -y tal como sucede en estos casos, con todas las empresas privadas que pasan a manos del Estado- en muy poco tiempo empezó su deterioro por culpa de los malos administradores, escogidos “entre los amigos” de los gobiernos de turno; luego llegó el comunismo con su arma más destructiva, el sindicalismo, y en pocos años el ferrocarril Guayaquil-Quito era una ruina al que se habían robado calderos, vagones, trenes de rodadura, durmientes, rieles y hasta puentes.
Durante el gobierno del Dr. Rodrigo Borja hubo un intento de rehabilitación que fracasó por culpa de un negociado propiciado por los encargados de la adquisición de modernas locomotoras a diesel, pues estos no encontraron mejor forma de enriquecerse que con la compra de maquinaria que no obedecía a las medidas de los rieles de nuestro ferrocarril.
Así permaneció durante muchos años, hasta que las exigencias y necesidades de los pueblos que a lo largo de su ruta iban desapareciendo o muriendo lentamente empezaron a exigir su rehabilitación, que finalmente fue iniciada por el gobierno delEc. Rafael Correa, quien inauguró su primer tramo ya reconstruido, cuando el 30 de diciembre de 2008, la locomotora a vapor No. 17, partiendo de la estación de Latacunga recorrió el tramo hacia Quito uniendo las estaciones de Guaytacama, Lasso, Boliche, Machachi, Aloag, Tambillo, Santa Rosa y Chimbacalle, ya en la capital de la Republica.
A partir de entonces, nada de supo de los avances de dicha obra.
Enemigo de la Prensa y de Guayaquil
Desde se ascenso a la Primera Magistratura, en vez de gobernar el presidente se dedicó a realizar una constante campaña proselitista que recorrió todo el país, no perdiendo nunca la oportunidad de atacar insultantemente a sus opositores; las cadenas radiales y televisivas insoportables a las que eran obligados a soportar los ecuatorianos se repetían constantemente para escuchar ofrecimientos y falsas ofertas, así como insultos a la prensa y a las damas guayaquileñas, que eran el principal blanco de sus ofensas y agresiones.
Los titulares de diario El Universo en su edición del 21 de diciembre del 2008 señalan que: “Las 100 Cadenas Sirvieron de Medio Para Atacar a Opositores”, el primero; y “Tema Recurrente de Correa”, el otro.
Correa atacaba e insultaba -sin importar la tendencia ideológica de su “víctima” a todo aquel que se oponía o no estaba de acuerdo con su mayoría legislativa; arremetió contra los líderes de los partidos a los que llamó desde “Mafias Organizadas” hasta “dictadorzuelos” otras bellezas más, utilizando además las cadenas para dividir a los ecuatorianos entre ricos y pobres, sin comprender que son los empresarios ricos y honestos quienes le dan trabajo a los pobres y sostienen además la economía nacional para que él pueda gastar las millonadas que costaban sus costosas cadenas.
Ofendió a la iglesia Católica, al Alcalde de Guayaquil, y a la banca la calificó de “chulquera”, pero no se atrevió a hacer nada contra ella, eran simplemente bravuconadas.
Finalmente, vale anotar que procesos de éxito como la Concesión del Puerto de Guayaquil, el aeropuerto de Guayaquil, el Malecón, el Terminal terrestre y las fundaciones privadas que permitieron ese desarrollo autonomista y descentralizado, fueron los temas con los que inició sus ataques al quien tildó de ser “el dueño del País”… No era León el dueño del País, claro, el valiente mandatario sabía que aún no estaba demasiado enfermo para enfrentarlo y que debía esperar el momento preciso en que los chacales atacan a sus víctimas.
Epítetos como «gorditas horrorosas», «bestias salvajes» y «pitufos», «prensa amarillista», son solo algunos de los calificativos que ha utilizado el presidente de la República, Rafael Correa, en los enlaces radiales del 2007 y 2008, cuando se refiere a los medios de comunicación.
Los ataques a la prensa, a los periodistas y a los dueños de los medios han sido recurrentes en los enlaces sabatinos. «Hay que hacer algo con esta prensa tan mediocre como la que tenemos, con tan doble moral», ha asegurado en decenas de ocasiones.
De hecho, uno de los enfrentamientos más polémicos fue el sucedido el 18 de mayo del 2007, cuando expulsó al editor de Opinión de este Diario, Emilio Palacio, del seten Quito durante el enlace sabatino, en la que Palacio le exigía respuestas claras y concretas que el mandatario no supo contestar, demostrando que su mejor recurso es el de «echar la culpa al resto y pasar él como el redentor».
La muerte del expresidentes León Febres-Cordero, en diciembre de 2008, le permitió una vez más demostrar su calidad humana, cuando a los pocos días se expresó en términos nada comedidos contra quien ya no podía defenderse.
Vale anotar el hecho de que a partir de 2009 el servicio militar dejó de ser obligatorio y se convirtió en voluntario. Esa disposición -exigida por los ciudadanos desde hacía muchos años- evitó que los jóvenes tengan que abandonar sus estudios para cumplir la conscripción, evitando además las mañosas multas que estaban obligados a pagar por no asistir y ser “remisos”, brindándole además, a miles de jóvenes desocupados, la oportunidad no solo de servir a la Patria desde otro campo, sino evitando se conviertan en vagos de barrio, que en una gran mayoría de casos terminaba dedicándose a la delincuencia.
El nuevo plan de reclutamiento contemplaba la capacitación de los enrolados en diferentes actividades productivas como agricultura, carpintería, electricidad, mecánica automotriz, soldadura, avicultura, informática, etc. Al final de la conscripción, los reclutas saldrán con el correspondiente título avalado por la institución militar y el Ministerio de Educación. (El Universo.- Feb. 27/09)
Guerrilla, Drogas y Delicuencia
En los primeros meses de ese año, su Ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, y el subsecretario de este, José Ignacio Chauvín, involucraron gravemente a su gobierno relacionándolo con la guerrilla colombiana que mantenía bases clandestinas en territorio ecuatoriano.
Esta situación se agravaba día a día con las declaraciones que Larrea, Chauvín y Correa hacían a la prensa, comprometiendo uno al otro, otro al de más allá y el de más allá al de más acá. (El Universo.- Marzo 16/09)
Lo “curioso” de este vergonzoso asunto es que el presidente -según declaraciones del mismo Larrea- tenía pleno conocimiento de que este se había reunido inclusive “con el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, quien había muerto durante el ataque del ejército colombiano en Angostura, el 1 de marzo del 2008”
(El Universo, Marzo 9-10/09).
Un artículo publicado por diario El Universo en la página 2 de su edición del 7 de marzo del 2009, advierte que el entonces Jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía (UIES), Manuel Silva, relató que, luego de las indagaciones pertinentes, sus informantes le habían dicho que efectivamente Larrea se había entrevistado con Raúl Reyes el 7 de febrero del 2008, indicando además que este “mencionó que había recibido en el campamento al Ministro de Seguridad de Ecuador y le había pedido que cambie al general que estaba hecho cargo del área (Gonzalo Cabezas, a quien de inmediato se nombró Comandante Provincial del Guayas), por cuanto hacía muchos operativos y les hostigaban, a lo cual Larrea se comprometió”
El mismo artículo anota además -basado a lo declarado por los implicados en este asunto-que el presidente había solicitado al Comandante General de Policía, Jaime Hurtado, información que permitiera acusar a Larrea de traición a la patria, y que el Jefe de la Unidad de Inteligencia de la Presidencia de la República, Rommy Vallejo, había expresado a Silva que “era difícil que el Presidente pueda apartarse de Larrea, él tiene en su poder cosas que comprometen al Presidente…”
Por otro lado, el presidente se convirtió en un apasionado defensor de Chauvín, acusado de estar involucrado en el narcotráfico. “Su estreno en el foro fue durante su habitual cadena de insultos sabatinos, cuando aseguró enojadísimo que no existía ninguna prueba para involucrar a su cliente, José Chauvín, explicando luego con detalles como llegó a esa conclusión al leer todo el proceso”
(Emilio Palacio.- El Universo, Marzo 19/09).
Lo cierto es que en este asunto de narcoguerrilla y drogas, daba la impresión que tanto el primer mandatario, como quienes habían sido sus colaboradores, estaban íntimamente vinculados.
Paro había que continuar creando el caos y la desconfianza entre los ecuatorianos. Ya había dispuesto que la tenencia de drogas, hasta 2 kilos, no constituía delito cuando, para complementar el desaguisado, el “congresillo” empezó a dictar leyes y disposiciones que despenalizaban delitos como el girar cheques sin fondos, que no es otra cosa que una forma de falsificación de moneda y estafa; así como el asalto, el robo, el estruche y otros delitos similares, mientras estos se cometan sin violencia y no superen la cantidad de 654 dólares.
¿Se puede robar sin violencia, o sea, diciéndole a la víctima: Por favor, ¿sería usted tan amable de entregarme todas sus pertenencias hasta un valor de 654 dólares? Ante petición tan amable y sin violencia, la única respuesta que cabe es: Como no, señor ladrón, tenga usted lo solicitado y, en gratitud a su amabilidad, tenga 25 centavos para la metrovía.
Esta reforma al numeral 1 del artículo 601 del Código Penal -dictada por el “Congresillo” del 2009, entró en vigencia el 24 de marzo de ese año tras ser aprobada por el presidente Correa y publicada en el Registro Oficial No. 555.
El Banco del Afiliado
Pero si el asunto del narcotráfico y la guerrilla era “curioso”, lo que sucedió con los jubilados fue insólito: el presidente -ignorando que la Constitución contemplaba como deber primordial del Estado garantizar sin discriminación la seguridad social- dispuso que las pensiones que estos recibían -que por cierto eran mínimas- sean rebajadas en un alto porcentaje, sumiendo en la desesperación a personas de avanzada edad que habían aportado “su” dinero al Seguro Social para tener una jubilación que les permitiera aunque sea cubrir sus necesidades básicas; el porcentaje aumentaba considerablemente si el jubilado lograba otro trabajo para mejorar sus ingresos.
Propuso también la creación del Banco del Afiliado, con la proterva intención de apoderase de los fondos de los afiliados al Seguro Social, y que este se convierta en caja chica del Gobierno.
Termino de su mandato
El gobierno de Rafael Correa concluyó el 24 de mayo del 2017, cuando asumió la presidencia del Ecuador el exvicepresidente Lenín Moreno quien estaba bajo el partido de gobierno como candidato. Luego de 10 años y con un largo tiempo como líder principal del movimiento político, se radica en Bélgica junto a su familia.
Tomado: flickr.com/photos/asambleanacional/
(No se si al momento de realizar esta publicación el Ec. Rafael Correa aún ejerce la primera magistratura del país, por eso hablo en pasado; pero todo lo dicho es verdad, yo lo sostengo sin miedo a sus represalias y los hechos son fácilmente comprobables a través de la prensa de esos aciagos días). El autor