Emilio Estrada Ycaza
Arqueólogo guayaquileño nacido el 22 de junio de 1916, hijo del Sr. Víctor Emilio Estrada Sciacaluga y la Sra. Isabel Ycaza Marín.
Sus primeros estudios los realizó en el Colegio Salesiano Cristóbal Colón de su ciudad natal, luego viajó a Francia para ingresar en la Ecole des Roches de Verneuil Sur Avre, en Normandía; y más tarde se trasladó a los Estados Unidos de Norteamérica para continuar en la Baylor Milítary Academy de School, y finalmente, luego de graduarse, ingresó a la Universidad de Pensilvania donde siguió la carrera de Economía.
A su regreso a Guayaquil adoptó la costumbre de salir de cacería con un grupo de amigos, y desde muy temprano en la mañana, hasta casi el anochecer, se adentraba en las pampas del litoral en busca de patos, patillos y palomas, que eran sus presas preferidas.
“En esas excursiones encontraba pedazos de cerámica precolombina y curioso como era empezó a coleccionarlos, fijándose en las similitudes y diferencias de unos con otros. Una tarde del 53 decidió consultar a un experto en la materia y ni corto ni perezoso concurrió a las instalaciones del diario «La Nación» porque sabía que allí trabajaba el Profesor Francisco Huerta Rendón, a quien abordó sin ceremonias: Soy Emilio Estrada y me han dicho que usted podría explicarme lo que deseo saber sobre estos objetos… depositando al mismo tiempo unos cuantos tiestos y algunos cuchillos y lascas de oxidiana encontrados durante sus excursiones cinegéticas”
(Rodolfo Pérez Pimentel.- Diccionario Biográfico del Ecuador).
Primero Huerta y luego Carlos Zevallos Menéndez, le abrieron los ojos sobre el amplísimo panorama arqueológico de la costa ecuatoriana, cuyo pasado era por entonces uno de los menos conocidos del nuevo mundo; pues, los trabajos aislados que se venían realizando desde años anteriores solo arrojaban datos fraccionarios. Por eso comenzó a trabajar en al área cercana a Guayaquil y luego fue expandiéndose hasta llegar a las provincias adyacentes, acumulando colecciones extraídas de centenares de sitios diferentes de nuestro litoral.
Fue por esa época que visitó el Smithsonian Institute de Washington, con el propósito de contactar a los esposos Clifford Evans y Betty Meggers, cuya fama de arqueólogos ya era reconocida en el mundo entero.
A partir de su regreso e involucrado en cuerpo y alma con la arqueología, dedicó sus mejores esfuerzos a organizar diferentes expediciones que realizó muchas veces con los afamados investigadores Evans y Meggers, y fruto de su trabajo fue el descubrimiento de varios «sitios» arqueológicos de gran importancia y la publicación de obras como «Valdivia: Un Sitio Arqueológico Formativo en la Provincia del Guayas, Ecuador», «Las Culturas Preclásicas, Formativas o Arcaicas del Ecuador», «Los Huancavilcas: Ultimas Civilizaciones Prehistóricas de la Costa del Guayas», «Prehistoria de Manabí», «Ensayo Preliminar sobre la Arqueología de Milagro», entre otras publicaciones especializadas sobre las culturas Valdivia y Bahía.
Fue un hombre que aportó con su conocimiento y entusiasmo al desarrollo comercial, deportivo y cultural del Ecuador, y especialmente de Guayaquil; por esta razón, en 1954 un grupo de prestantes guayaquileños propuso su nombre como candidato a la alcaldía de la ciudad.
Debía enfrentar al poderoso y populista Dr. Carlos Guevara Moreno, líder del C.F.P., quien se perfilaba como un seguro ganador, pero más que las concentraciones masivas, logradas en base a gratuitas ofertas, pudo el razonamiento, la palabra cálida y simpatía personal del Sr. Estrada, que a la postre resultó vencedor.
Su administración municipal, que se extendió hasta 1956, es una de las más pulcras que recuerda la historia guayaquileña y vale destacarla sobre todo por el mejoramiento de los servicios básicos de la ciudad y la creación de escuelas en diferentes parroquias, a las que dotó de pozos artesianos y de luz eléctrica a través de grupos electrógenos.
Don Emilio Estrada Ycaza murió en su ciudad natal, Guayaquil, el 19 de noviembre de 1961.