Urbina Jado Francisco
Nació en Guayaquil el 14 de septiembre de 1859, en el hogar formado por el ilustre ex-Presidente de la República, Gral. José María Urbina, y la Sra. Teresa Jado.
Desde muy joven le tocó vivir las intensas y agitadas participaciones de su padre en la vida política y militar del Ecuador, situación que fue moldeando su carácter dándole fuerza y personalidad.
Fue un hombre de notables ejecutorias -estudioso de la economía-, que gracias a su habilidad financiera y su gran visión ejerció durante varios años la gerencia del prestigioso Banco Comercial y Agrícola, que de alguna manera tuvo injerencia directa en la economía ecuatoriana desde 1894, cuando se iniciaba la Revolución Liberal, hasta el triunfo de la Revolución Juliana que en 1925 puso fin al gobierno del Dr. Gonzalo S. Córdova. Ese mismo día fue arrestado por un pelotón militar y encerrado a bordo del vapor «Cotopaxi» (ver: Calderón), donde permaneció hasta el mes de octubre en que fue desterrado al Perú.
«El señor Urbina sufrió personalmente todos los embates que se prepararon en contra de la economía costeña, al momento de la revolución del 25 de julio de 1925, cuando las maniobras regionalistas de Luis Napoleón Dillon y Alfredo Albornoz consiguieron terminar con la banca guayaquileña representada por tan importante institución crediticia que fue el Banco Comercial y Agrícola» (Expreso/ En. 20/86).
Víctima de las pasiones políticas, pero conservando siempre su gran talla que lo llevó a ser considerado como uno de los hombres más notables del Ecuador, don Francisco Urbina Jado murió en el exilio, en Valparaíso, Chile, el 20 de enero de 1926.