Gral. Emilio María Terán
Militar, político y periodista nacido en la ciudad de Latacunga a finales de 1863, hijo del Sr. Emilio Terán Robalino y de la Sra. Ana Jácome Barba.
Debido a la gran pobreza de su hogar pasó casi toda su infancia bajo los cuidados de su nodriza Manuela Balseca, y recibió su educación en Píllaro, de donde eran oriundos sus padres.
En 1881 se trasladó a la ciudad de Quito para estudiar derecho en la Universidad Central, y dos años después -el 10 de enero de 1883-, luchando contra la dictadura del Gral. Veintemilla intervino junto a otros compañeros de la universidad en la toma de Quito. Más tarde continuó sus estudios universitarios hasta graduarse de Abogado el 18 de octubre de 1887.
Inició entonces una brillante carrera profesional en la que se destacó notablemente, sobre todo en el campo de la criminología, actividad que alternó con el periodismo y la política. En 1890 trabajó por la candidatura del Dr. Pablo Herrera para la Vicepresidencia de la República y fundó su primer periódico: «La Tijera». Al año siguiente fundó el periódico quincenal «El Ariete», y de 1892 a 1895 mantuvo en Quito su periódico bi-semanal «El Republicano».
En 1894 había sido nombrado Secretario Privado del Presidente Luis Cordero, y al producirse el bullado escándalo de la Venta de la Bandera, se rebeló contra del gobierno progresista y pasó a la oposición,
Adoptó entonces los postulados liberales, y a mediados de abril de 1895 participó en la toma de Guaranda. Posteriormente pasó a Guayaquil y se incorporó a las fuerzas del Crnel. Cornelio Vernaza, junto a quien intervino en la célebre Batalla de Gatazo.
En 1896, junto al Dr. Camilo Octavio Andrade fundó en Quito el periódico semanal «La Comadreja», y al año siguiente el diario «El Atalaya» y el eventual «La Púa». Ese mismo año asistió como Diputado por su provincia a la Asamblea Constituyente.
Durante el primer gobierno del Gral. Eloy Alfaro fue Comandante de Armas de Tulcán y de Ibarra, y el 31 de diciembre de 1898 participó en el combate de Guangoloma -cerca de Latacunga- contra las guerrillas conservadoras que, al mando de Melchor Costales y Manuel Folleco, intentaban desestabilizar al régimen liberal. En dicho enfrentamiento obtuvo un sonado triunfo, aunque dejó en el campo de batalla un saldo de veintisiete muertos.
Terminado el primer gobierno alfarista retornó a su actividad periodística. Entre 1901 y 1904 publicó en Quito el periódico quincenal «La Escuela» y en 1903 fundó el semanario «El Regenerador».
En los últimos meses de 1905, al iniciarse el gobierno del Sr. Lizardo García fue nombrado Secretario de la Comisión Codificadora de Leyes Militares, y poco tiempo después, Jefe Militar de Riobamba, cargo desde el cual -junto con el propio Gral. Alfaro- preparó el golpe revolucionario que culminaría con el derrocamiento del gobierno constitucional del Sr. García. En efecto, a las dos de la madrugada del 1 de enero de 1906 envió al primer mandatario un telegrama en el cual, luego de desearle un «Feliz Año», le comunicaba que «…había dejado de ser Presidente de la República, por cuanto las tropas a su mando habían proclamado al Gral. Eloy Alfaro como Jefe Supremo de la República».
A mediados de 1906 el Gral. Alfaro lo nombró Embajador del Ecuador en Londres, ciudad a la que viajó de inmediato y donde permaneció desempeñando sus funciones diplomáticas durante un año, hasta volver nuevamente a Quito en septiembre de 1907. Un año más tarde -el 9 de octubre de 1908- el Congreso Nacional, en reconocimiento a sus méritos militares y a sus servicios a la patria lo ascendió al grado de General de la República.
En 1909, por motivos de índole estrictamente político se distanció del Gral. Alfaro y, posteriormente, en 1911 figuró con grandes posibilidades como uno de los nuevos candidatos a la Presidencia de la República, pues ya se sabía que Alfaro pretendía anular la elección en la que triunfó el Sr. Emilio Estrada.
En efecto, a base de su gran influencia entre la tropa y los oficiales de baja graduación, y sus buenas relaciones políticas y sociales, el Gral. Terán había logrado acrecentar su popularidad y transformarse, gracias a su gran inteligencia y prestigio militar, en el «hombre fuerte» de los cuarteles. Fue por eso que en determinado momento su presencia fue considerada en las altas esferas del gobierno como muy peligrosa.
Su figura contaba con muchos partidarios y simpatizantes que apoyaban su candidatura, sobre todo en la ciudad de Ambato donde constantemente se escuchaba el grito de «Viva Terán», lo que disgustó mucho al gobierno.
El Gral. Emilio María Terán era un hombre sumamente simpático y agradable a las damas, situación que fue aprovechada por sus enemigos políticos para tejer, en torno a su figura, apasionadas y peligrosas aventuras amorosas; una de ellas relacionándolo con la esposa del Crnel. Luis Quirola, quien preso de los celos lo asesinó con tres disparos de revólver, al mediodía del 3 de julio de 1911, en la ciudad de Quito.
Muchos detractores del Gral. Alfaro quisieron ver intereses políticos en este crimen.