Landázuri Gral. Ezequiel
Militar carchense conocido como “El Empecinado”, nacido en la ciudad de Tulcán el 26 de octubre de 1846, hijo del Sr. Tomás Landázuri Rosero y de la Sra. Emperatriz Benítez.
Desde 1876 se identificó con la derecha política representada por el Partido Conservador, y figuró entre los firmantes que protestaron en Tulcán por el golpe de estado que dio el Gral. Ignacio de Veintemilla en contra del gobierno constitucional del Dr. Antonio Borrero Cortázar.
Inmediatamente se enroló en las milicias para defender al gobierno. Con el grado de Mayor organizó en Tulcán un batallón militar, y poniéndose al mando de una columna a la que llamó “Tiradores del Norte” combatió bravamente en el sangriento combate de Galte, donde fue derrotado por las fuerzas veintemillistas del Gral. Urbina.
Combatió a Veintemilla durante su gobierno constitucional, y en marzo de 1882, al producirse la segunda dictadura se rebeló nuevamente, y para poder continuar en la lucha hipotecó los bienes de su esposa con el propósito de conseguir los fondos necesarios para armar a ochenta hombres con los cuales se tomó las poblaciones de El Angel, Mira, La Merced, Ibarra, y otras de las provincias de Carchi e Imbabura. Durante varios meses hostilizó constantemente a la dictadura, pero finalmente fue vencido y tuvo que buscar refugio en tierras colombianas, salvando con él a sus hombres y el armamento.
El 10 de enero de 1883, junto a los hombres de Pedro Lizarzaburu logró entrar en la ciudad de Quito, que defendida valerosamente por la “Generalita” Marieta de Veintemilla, sobrina del dictador, cayó finamente en manos de los restauradores. Seis días más tarde, en reconocimiento a su valor y patriotismo fue ascendido a General de la República, nombrado Comandante de la Primera División del Ejército y Miembro Suplente del “Pentavirato” que se formó en Quito.
Para participar en la toma de Guayaquil fue nombrado Jefe de la División del Norte, y el 9 de julio de ese mismo año asistió valerosamente a la Batalla de Mapasingueque puso fin a la dictadura, obligando al Gral. Ignacio de Veintemilla a huir del país.
Dos años más tarde el gobierno del Dr. José María Plácido Caamaño lo nombró Inspector General del Ejército, cargo que ocupó por muy poco tiempo, pues mientras tomaba unas merecidas vacaciones en Malchingui, cerca de Tabacundo, una pulmonía fulminante puso fin a su vida el 19 de septiembre de 1885, cuando apenas tenía 39 años de edad.