Gral. José Sánchez Rubio
Militar guayaquileño nacido en el año 1814, hijo del Sr. José Ignacio Sánchez y de la Sra. Rosario Rubio de Morales.
Habiendo vivido de cerca la gloriosa Revolución del 9 de Octubre de 1820, el nacimiento de la Patria libre alimentó su espíritu con el deseo de que ésta sea grande y soberana, y cuando sólo tenía dieciocho años de edad, en 1832 se presentó ante el Gral. José de Villamil para solicitarle le incluyera en la expedición que estaba preparando para iniciar la colonización de las islas Galápagos, y ya en ellas, permaneció durante cinco años en la isla Floreana trabajando por el desarrollo del archipiélago.
A su regreso ingresó al servicio militar en calidad de oficial, y en 1840 asistió a la campaña de Pasto y luchó con valor en diferentes combates. Seis años más tarde, durante la presidencia del Dr. Vicente Ramón Roca, con el grado de Teniente Coronel fue enviado a la frontera norte con el cargo de Comandante en Jefe de las fuerzas acantonadas en dicha zona.
Posteriormente participó en el movimiento que llevó al poder al Gral. José María Urbina, y en 1853 asistió al Congreso como Diputado por la provincia del Guayas. Dos años más tarde fue nuevamente elegido para dicha representación y concurrió a cuatro congresos consecutivos en los que su palabra tuvo fundamental incidencia en las resoluciones que se tomaron.
Durante el gobierno del Gral. Francisco de Robles fue nombrado Gobernador de la Provincia del Guayas. Tuvo entonces que actuar con celo y tino para resolver los gravísimos problemas que se suscitaron ante la presencia de la escuadra peruana en aguas del golfo de Guayaquil, y el caos político que se vivió cuando se proclamaron cuatro gobiernos o jefaturas supremas en diferentes ciudades del país.
Luego del Asesinato de García Moreno, cuando el presidente Borrero se negó a convocar a una convención para que se dictara la nueva Carta Fundamental, participó en el movimiento político revolucionario que estalló en Guayaquil el 8 de septiembre de 1876 para llevar al poder al Gral. Ignacio de Veintemilla, quien lo nombró Ministro de Guerra.
Asistió entonces -bajo las órdenes del Gral. Urbina- al célebre combate de Galte donde se distinguió de manera sobresaliente, al punto que el propio Urbina, en un gesto de justicia y en reconocimiento a su valor y sacrificio, le otorgó, en el mismo campo de batalla, el grado de General de Brigada, que más tarde le fue confirmado por la convención que se reunió en Ambato el año 1878.
Pacificado el país y con el Gral. Veintemilla como Presidente Constitucional de la República, fue nombrado, por segunda vez, para desempeñar el cargo de Gobernador del Guayas. Fue entonces designado para ejercer el Poder del Ejecutivo en caso de faltar el Presidente, pero declinó tan honrosa distinción.
En 1883 se retiró a la vida privada, y rodeado del afecto de sus conciudadanos y de todos los que lo conocieron, vivió sus últimos días en Guayaquil, hasta que la muerte lo sorprendió el 7 de agosto de 1889.