Manuela Cañizares

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Patriota y heroína quiteña nacida en el año 1769.

Desde muy joven se identificó con la lucha que los criollos mantenían en contra de las autoridades que gobernaban la Audiencia de Quito, reacias a respetar los derechos ciudadanos de sus habitantes.

Fue por eso que prestó su casa para varias reuniones clandestinas en las que los quiteños planearon los primeros movimientos en contra de las autoridades españolas, y sobre todo contra el presidente Manuel Huríes, Conde Ruiz de Castilla, que a nombre de los franceses, que habían invadido la península ibérica, gobernaban la Real Audiencia de Quito.

Algunos historiadores sostienen que Manuelita era una mujer de vida disipada, amante del Dr. Quiroga, que mantenía una casa de diversión para los quiteños. “...así se reunieron el capitán Salinas, Morales, Quiroga, Ante y todos lo hicieron en el sitio que menos podía pensarse que se fraguaba una rebelión; y era en una casa de lenocinio. La de “La Ñata” Manuela Cañizares...” (1) “En la noche en que se decide lanzar “el primer grito”, los próceres reunidos en casa de una mujercilla, entre los cuales estuvieron tres clérigos: Riofrío, Correa y Castelo…”

(2).  En todo caso, ni los detalles de su vida privada, ni ninguna de estas “opiniones”, desmerecen en absoluto la extraordinaria participación de Manuela Cañizares en el movimiento patriótico de Quito.

Fue así que en la noche del 9 de agosto de 1809, en circunstancias en que los patriotas quiteños reunidos en su casa tuvieron un momento de debilidad que pudo hacer fracasar el movimiento revolucionario, con inusitado valor se convirtió en la heroína espiritual del golpe, parándose con determinación frente a ellos para arengarlos con esas palabras que la convirtieron en protagonista de la historia:

«Cobardes...! Hombres nacidos para la servidumbre... de qué tenéis miedo...? !No hay tiempo que perder...!

Fue entonces que gracias a su valor, determinación y coraje, se pudo llevar a feliz término la Revolución del 10 de Agosto de 1809.

«Manuela Cañizares se distinguió como una mujer de indiscutible valía dentro del contexto de las figuras importantísimas del Ecuador, como ejemplo de patriotismo, de amor al pueblo, de luchadora infatigable por sus reivindicaciones y legítimos derechos... fue poseedora de un gran valor, talento original, cultura elevada para aquella época, en que las mujeres eran ajenas a las inquietudes culturales...»

(H. Oña V.- Fechas Históricas y Hombres Notables del Ecuador, p. 292).

Luego del Asesinato de los Patriotas Quiteños perpetrado el 2 de agosto de 1810, Manuelita fue tenazmente perseguida por las autoridades realistas, por lo que tuvo que huir y permanecer escondida para poder salvar su vida.

Discutida, combatida, admirada, pobre, perseguida, desterrada; con la gloria de haber escrito una página heroica de la historia, pero sin poder ver el nacimiento de la patria libre, doña Manuela Cañizares y Alvarez murió en el año 1814.

El pueblo de esa época, reconociendo su valor y coraje, ensalzó su figura repitiendo una copla que dice así:

«Nueva Judith, mujer fuerte,

que aunque acero no manejas,

de dar mandobles no dejas

por dar al contrario muerte.

La patria quiere su suerte

a las espadas fiar

pero también esperar

de una mujer mucho puede

para que Holofernes quede

tendido y sin respirar».

(1) Dr. Roberto Leví Castillo (Rolecas).- El Telégrafo, Ag. 10/84.

(2) Julio Tobar Donoso.- La Iglesia, Modeladora de la Nacionalidad, p. 265

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Efrén Avilés

Efrén Avilés Pino, +35 años de estudios, investigación, recopilación y consulta de documentos, libros y archivos relacionados con la Historia y la Geografía del Ecuador; y la Biografía de sus personalidades más notables.

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