Mariella
Nombre con el que firma la artista guayaquileña Mariela García, nacida en el 18 de agosto de 1950, hija del Sr. Patricio García y de la Sra. Jenny Caputi.
Estudió todo el bachillerato en Guayaquil, luego de lo cual ingresó, en 1969, a la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de la misma ciudad, que abandonó al año siguiente para viajar a los Estados Unidos a estudiar Arte en el Incarnate World College de San Antonio, Texas. En 1974, nuevamente en Guayaquil, estudió con Tábara quien la inició en el abstracto: Debió entonces luchar para no caer en el poderoso influjo del maestro y poder mantener su propia personalidad y originalidad, que la convirtieron en una de las artistas más destacadas del Ecuador.
“Liberada de las formas de Tábara, la artista se entrega a reconquistar valores formológicos y organizarlos sintácticamente. El gran paso hacia esa organización son los “estratos”, recuperación plástica de los estratos telúricos (a los que la habían aproximado sus estudios de arqueología). De allí pasa a versiones metafóricas de esos estratos (“Los Estratos del Amor y la Ternura”)”
(Hernán Rodríguez Castelo.- El Siglo XX en las Artes Visuales de Ecuador, Banco Central de Guayaquil, 1988).
A partir de entonces, identificada totalmente con todas las manifestaciones artísticas, fue designada, en 1975, Comisionada por Artes Plásticas del Centro Municipal de Cultura de Guayaquil; y al año siguiente Asistente Cultural del Servicio Cultural e Informativo de los Estados Unidos (USIS), cargo que desempeñó hasta 1978, en que se retiró para asistir al Seminario de Arte “Tokalon”, en West Plam Beach, Florida, EE.UU.
Ya por esa época había sido distinguida con el Premio Adquisición en el Salón Nacional de Artes Plásticas de la Casa de la Cultura de Quito, en 1976; y había obtenido el II Premio, Medalla de Plata, en el Salón Nacional de Témpera, Grabado y Dibujo, convocado por la Municipalidad de Quito, en 1977; y el II Premio del Salón Nacional de Pintura “Fundación de Guayaquil”, convocado en 1978 por el Centro Municipal de Cultura de Guayaquil. En 1981 volvió a dicho salón para obtener el Primer Premio.
“Sus cuadros empiezan a testimoniar su yo profundo, el inconsciente colectivo, un mundo revelándose en sus óleos como cuadrículas de una excavación arqueológica -como ella mismo, aficionada a la arqueología, suele explicar- como el humus casi mineral de milenarios bosques desaparecidos, agua dormida, sonido delgadísimo, luz naciendo”
(Carlos Eduardo Jaramillo).
En 1989, luego de culminar estudios a los que había dedicado varios años, sustentó –en el Centro de Estudios Arqueológicos y Antropológicos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), en Guayaquil, su Tesis de Licenciatura en Arqueología “Las Figurinas de Real Alto: Reflejos de los Modos de Vida Valdivia”.
Aunque en el Ecuador -al igual que en muchos países de América Hispana- lo precolombino, lo indígena y lo autóctono han jugado un papel predominante en el arte, el caso de Mariella marca una diferencia en la que se advierte claramente la personalidad individual del artista. “Mariella no partió de los precolombino, ni de lo indígena o de lo autóctono: alumna de Tábara, nació informalista. Pero siempre nutrida por su madre, respetando lo aborigen como una forma de expresión artística válida. Sin embargo, al pintar siguió manejando el espacio que le brindaba el lienzo, jugando con la textura, las manchas, la luz y el color; dominó los grises, el negro y el blanco, en un metódico rumbo hacia lo monocromático. Allí nacieron monstruos oníricos, ídolos e iconos; pintó sus fantasmas y alegrías incorporando a su tela pedazos de ropa. Mariella se creaba y recreaba a sí misma, siempre buscando nuevas formas de expresión”
(Jorge Marcos).
La obra de Mariella ha estado presente en las IV,V y IX Bienales de Arte de Valparaíso, en Chile; en las I y III Bienales Internacionales de Arte de La Habana, en Cuba; en la I Bienal Internacional de Arte de Miami, EE.UU.; en la I Bienal Internacional de Arte de Cuenca y en la XIX Bienal Internacional de Arte de Sao Paulo, en Brasil. Además, ha sido aplaudida y reconocida en las salas y galerías más importantes del Ecuador, y ha sido expuesta en el Centro Humanístico “Arístides Bastidas” de Caracas, Venezuela; en el Museo de La Nación, en Lima, Perú; en la Contrast Gallery de Bruselas, Bélgica; en la Casa de la Cultura “Juan Rulfo” de México, en la Universidad Juis de Forga, en Minas Gerais, Brasil; y en el Musée International du Carnaval et du Masque, en Bianchi, Bélgica.
“Mariella es una pintora cuya obra está, desde hace mucho tiempo, envuelta con pasión y placer en la recuperación del pasado histórico del país, mediante la presencia en sus cuadros de elementos telúricos y cosmogénicos de las culturas ecuatorianas más antiguas, con un rigor recreativo que no desmiente jamás su origen”
(Rafael García Herrera).