Mira
Cantón de la provincia del Carchi.
Su nombre primitivo fue Chontahuasi, palabra de origen Quichua que significa «Casa de Chonta».
La población se levanta sobre antiguos asentamientos indígenas que ya existían antes de que los españoles iniciaran la conquista, y su fundación la realizó el Obispo de Quito, fray Pedro de la Peña, en el año 1566.
Inicialmente formó parte del Corregimiento de Otavalo, y más tarde del Corregimiento de Ibarra.
«Por el nombre, esa población debió ser de origen incásico, habiendo empezado a designarla con el nombre castellano, después de la pacificación de La Gasca en 1549, más o menos, porque entonces se erigió la parroquia Mira en cabecera de la Gobernación del mismo nombre, anexándose a ella la provincia de Esmeraldas; no es exacto que el nombre de Mira lo haya recibido desde la visita que los Académicos Franceses hicieron a ese pueblo en el siglo XVIII»
(C. E. Grijalva.- Cuestiones Previas al Estudio Filológico-Etnográfico de las Provincias de Imbabura y Carchi, p. 390).
Instaurada la República, la Ley de División Territorial del 6 de julio de 1861 -expedida durante el primer gobierno del Dr. Gabriel García Moreno– la designó como parroquia rural del cantón Ibarra, al que perteneció hasta 1880 en que el Gral. Ignacio de Veintemilla creó la provincia de Veintemilla -que después se llamó de Carchi- y la integró al cantón Tulcán.
A partir del 27 de septiembre de 1905 fue parroquia rural del cantón Montúfar (Espejo), al que perteneció hasta el 18 de agosto de 1980, en que el Plenario de las Comisiones Legislativas Permanentes expidió el decreto de su cantonización, el mismo que sancionado por el Presidente de la República, Ab. Jaime Roldós Aguilera, fue publicado en el Registro Oficial No. 261 del 27 de agosto de ese mismo año.
Su cabecera es la población de su mismo nombre y está integrado por las parroquias rurales: La Concepción, Jijón y Caamaño (Río Blanco) y Juan Montalvo (San Ignacio de Quil).
El cantón se extiende por una zona privilegiada, cuyo suelo brinda una gran variedad de productos agrícolas como café, cacao, granos y diferentes clases de frutas.
La población está asentada sobre una colina que desciende desde el Iguán hasta el río Chota, y guarda valiosas reliquias coloniales. Uno de sus hijos más ilustres es el cardenal Pablo Muñoz Vega.