Nelson Estupiñan Bass
Escritor esmeraldeño nacido en Sua el 19 de septiembre de 1912, hijo del Sr. José María Estupiñán Estupiñán y de la Sra. María Timotea Bass Trejo.
De muy temprana edad sus padres pasaron a radicarse en la ciudad de Esmeraldas donde, mientras sus hermanos mayores asistían a la escuela, el daba alas a sus inquietudes juveniles:“Dediqué la mayor parte del tiempo a andar por los muelles pescando con anzuelos, y a ir, como espectador, a los bailes de marimba en Barrio Caliente, donde me divertía oyendo los contrapuntos de los copleros y decimistas (compositores) negros y mulatos. Me encantaba escucharlos, y, al volver a casa, llevaba en la cabeza algunos versos que repetía en el camino”
(Testimonios, El Universo, julio 22 de 1998).
Sus primeras enseñanzas las recibió de labios de su madre, y luego viajó a Quito para ingresar a la Escuela Superior Juan Montalvo, donde se graduó en 1932 con el título de Contador Público. Ya para esa época había escrito sus primeros versos que, aunque no publicó, recibieron la aprobación de todos quienes tuvieron la oportunidad de leerlos o escucharlos de sus propios labios.
Identificado desde temprana edad con el entonces efervescente partido comunista -bajo cuya bandera se agrupaban los escritores e intelectuales de esa época-, ya para 1934 tuvo oportunidad de publicar sus poemas «Anúteba» y «Canto a la Negra Quinceañera», que aparecieron en el diario socialista «La Tierra» de Quito. Ese fue el inicio público de una obra literaria que alcanzaría las más altas cimas de las letras ecuatorianas, y llevaría su nombre y obra a las bibliotecas y librerías de muchos países del mundo.
En 1943 terminó de escribir su notable novela «Cuando los Guayacanes Florecían» -enmarcada en la revolución de Carlos Concha Torres-, la misma que fue publicada en 1950 por la editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Quito. El éxito de esta obra fue inmediato, y ya se conocen de la misma más de seis ediciones en español y varias en otros idiomas como ingles, alemán, francés y ruso.
Posteriormente continuó desarrollando su inigualable obra y publicó «Canto Negro por la Luz», «Canción del Niño Negro y del Incendio», escrita por 1949; su libro de poesías «Timarán y Cuabú» y la novela «El Paraíso», que apareció en 1956. Vinieron luego la novela «El Ultimo Río» y los poemarios «Las Huellas Digitales», «Las Tres Carabelas», «Poker de la Patria» y «Duelo de Gigantes»; más tarde las novelas «Senderos Brillantes», «Toque de Queda» y «Bajo el Cielo Nublado»; la guía de la vieja Esmeraldas «Luces que Titilan» y los ensayos «Viaje Alrededor de la Poesía Negra» y «Las Dos Caras de la Palabra».
A principios de 1998, la Federación de Culturas Negras, la Casa de la Cultura y el Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas, con el apoyo de más de doce movimientos negros de América Latina y varios organismos literarios nacionales e internacionales, propusieron su nombre como candidato al Premio Nóbel de Literatura; y antes de finalizar el año, el Consejo Universitario de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, en respuesta a un pedido de varias instituciones culturales y periodísticas resolvió, por unanimidad, conferirle el título de Doctor Honoris Causa.
Se encontraba dictando un ciclo de conferencias en varias ciudades de los Estados Unidos, cuando la muerte lo sorprendió en Pennsylvania el 22 de febrero de 2002.