Llona Numa Pompilio
Laureado poeta guayaquileño nacido el 5 de marzo de 1832, hijo del Sr. José Leocadio Llona y de la Sra. Mercedes Echeverry.
Desde muy temprana edad fue llevado por sus padres a la ciudad de Cali, en Colombia, para iniciar sus estudios en el Colegio de Santa Liberata; fue entonces cuando, a los once años de edad, empezó a escribir sus primeros poemas. Posteriormente, en 1846 se trasladó a la ciudad de Lima, Perú, para ingresar a estudiar Jurisprudencia en la célebre Universidad de San Marcos donde en 1852 alcanzó el título de Abogado, y al poco tiempo el de Doctor en Jurisprudencia y Derecho Internacional.
Debido a su gran talento su prestigio creció vertiginosamente, por lo que el gobierno del Perú, buscando dar una buena imagen de su país, lo nombró Cónsul en Francia, Italia y España. Posteriormente, en 1864 fue designado Secretario del Congreso Americano que se reunió en Lima, y en 1880 Director del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Dos años más tarde volvió a Guayaquil cargado de honores y méritos. Entonces, laAcademia Ecuatoriana de la Lengua lo nombró Miembro de Número, y el Gobierno Nacional le confió importantes cargos públicos. Ese mismo año fue designado Rector de la Universidad de Guayaquil, cargo desde el cual, con inteligencia e iniciativa, impulsó el desarrollo educacional no sólo de la juventud guayaquileña, sino de todo el país.
Realizó además una importante actividad cultural como profesor de literatura de varios colegios porteños, como profesor y Director de la Escuela de Bellas Artes y como Rector del Colegio Vicente Rocafuerte.
Su obra poética es una de las más ricas, fecundas y más cuidadosamente trabajadas entre los poetas ecuatorianos del siglo XIX, y entre sus principales composiciones, que abarcan varias épocas y géneros, se destacan: “Cien Sonetos Nuevos”, “Interrogaciones”, “Himnos, Dianas y Elegías”, “De la Penumbra a la Luz”, “Canto a la Vida”, “Noches de Dolor en las Montañas”, “La Bandera del Ecuador”, “Odisea del Alma”, “Los Caballeros del Apocalipsis”, “Cantares Americanos”, “Nuevas Poesías” y muchas más de singular belleza que están reunidas en una obra titulada “Clamores del Occidente”.
En homenaje y reconocimiento a su magnífica obra, el ilustre vate fue solemnemente coronado en Guayaquil, el 10 de octubre de 1904, y le correspondió a la respetable matrona y también poetisa guayaquileña, doña Dolores Sucre, colocar en las sienes del venerado poeta una Corona de Laureles de Oro.
“Parnasiano que cultivó el verso con maestría, en obras primorosamente talladas que pueden figurar entre las mejores de su género. Poemas descriptivos, otros líricos, con fuerza y acento de vitalidad y armoniosidad extraordinarias” (Franklin y Leonardo Barriga López.- Diccionario de la Literatura Ecuatoriana).
Murió en Guayaquil el 4 de abril de 1907.