Pascuales
Próspera y activa parroquia situada a pocos kilómetros al norte de Guayaquil.
Asentada a orillas del río Daule, Pascuales lleva ese nombre en memoria de su patrono -san Pascual Bailón-, cuya efigie fue encontrada hace muchos años en un lugar muy cercano al en que hoy se levanta su iglesia.
La población se inició como recinto en la hacienda Simón Bolívar -de la familia Cruz- en el año 1878. Sus pobladores aseguran que el primer morador de aquel caserío fue Diego Tomalá, quien recibió de los Cruz un terreno donde levantó su vivienda. Posteriormente continuaron llegando emigrantes de Machala, Ambato, Babahoyo, Samborondón, Riobamba y otros lugares, y poco a poco fue apareciendo un pequeño poblado que, gracias al esfuerzo de sus habitantes, pronto logró un relativo desarrollo, por lo que el gobierno del Dr. Luis Cordero expidió el decreto de su parroquialización, que fue publicado en el Registro Oficial No. 181 del 28 de agosto de 1893; dicho decreto fue confirmado posteriormente por la Ley de División Territorial de 1897. En cuanto a su nombre, la tradición indica que lo adoptó en honor a San Pascual, cuya imagen fue encontrada en la iglesia de San Juan Bautista.
A principios de la década del 60 logró gran fama por sus fiestas de fin de semana -amenizadas por las principales agrupaciones musicales del Ecuador-, a las que asistían visitantes de sitios aledaños y principalmente de Guayaquil, que iban a disfrutar además de su sabrosa fritada y su exquisito caldo de manguera.
Finalmente, el artículo 3 de la Ordenanza Reformatoria de Delimitación Urbana expedida el 18 de noviembre de 1991, y publicada en el Registro Oficial No.828 del 9 de diciembre del mismo año, la integró a Guayaquil en calidad de parroquia urbana.
A mediados del 2004 y buscando rescatar su identidad, los pascualeños enviaron una comunicación al Ministro de Gobierno expresándole su voluntad de volver ha ser parroquia rural, para lo cual le solicitaron que deje sin efecto la ordenanza de 1991 que la convirtió en parroquia urbana de Guayaquil.