Provincia de Manabí
El territorio de Manabí fue descubierto antiguamente por la tribu de los Caras, que llegó a sus costas en el siglo VII y fundó un poblado sobre el que hoy se levanta la próspera ciudad de Bahía de Caráquez.
La primera llegada de españoles se produjo en 1526 cuando Bartolomé Ruiz, Francisco Pizarro y sus acompañantes; desembarcaron en la bahía de Cojimíes. Pocos años más tarde, en 1534 llegó la expedición de Pedro de Alvarado que fue cruel y sanguinaria, pues cayó de sorpresa sobre el poblado de Jocay y, luego de tomar prisionero y ajusticiar al cacique Lligua Tohalí, y de capturar a muchos indígenas para que le sirvan de cargadores y guías, procedió al saqueo del poblado tomándose todo el oro, la plata y las piedras preciosas.
En tiempos de la colonia se la conoció como Tenencia de Puerto Viejo, sujeta entonces a la autoridad del Corregidor de Guayaquil, y mantenía bajo su jurisdicción a los poblados de Charapotó, Jipijapa, Manta, Montecristi, Picoazá y Pichota.
La Ley de División Territorial de Colombia, expedida el 25 de junio de 1824 por el Gral. Francisco de Paula Santander, consagró sus territorios a la provincia de Guayaquil; pero en 1830 -cuando convocada por el Gral. Juan José Flores se reunió en la ciudad de Riobamba la Primera Constituyente-, al crearse la República del Ecuador se creó también la provincia de Manabí.
Actualmente tiene una extensión aproximada de 18.440 km2, y limita: Al norte con Esmeraldas, al sur con Guayas, al este con Pichincha y Guayas, y al oeste con el océano Pacífico.
Su capital es la ciudad de Portoviejo y está integrada por los cantones Bolívar (Calceta), Chone, El Carmen, Flavio Alfaro, Jama, Jaramijó, Jipijapa, Junín, Manta, Montecristi, Olmedo (Puca), Paján, Pedernales, Pichincha, Portoviejo, Puerto López, Rocafuerte, Santa Ana, San Vicente, Sucre (Bahía de Caráquez), 24 de Mayo (Sucre) y Tosagua.
Ocupa extensas llanuras del litoral y sus únicas elevaciones son las que presentan las cordilleras de Chongón-Colonche y Balzar, las mismas que se convierten en insalvables obstáculos para la hidrografía de la provincia, por lo que sus únicos ríos son muy pequeños y permanecen casi secos la mayor parte del año, excepción hecha de los ríos Chone y Portoviejo, que ocasionalmente, cuando los inviernos son muy intensos, llegan incluso a desbordarse.
Manabí tiene aproximadamente 350 km de costa marítima, con importantes accidentes geográficos como la bahía de Cojimíes, punta Jama, el cabo Pasado, la bahía de Caráquez, la bahía de Manta, punta de Jaramijó, el cabo de San José, el cabo San Lorenzo, la ensenada de Cayo y las islas de La Plata y Salango.
Importantes descubrimientos arqueológicos ubican en la zona de Manabí culturas de más de 4000 años a.C. pertenecientes al período tempranero: ellas son Valdivia, Machalilla y Chorrera; también aparecen las Bahía y Guangala, pertenecientes al período de desarrollo regional y las Chirije y Manteña, que pertenecen al período de integración.
Por la belleza de sus playas éstas son muy visitadas por turistas de todas partes del país, y los balnearios de Pedernales, Bahía de Caráquez, San Jacinto, Crucita y Manta se han convertido en importantes centros vacacionales, en los que existen cómodas y amplias instalaciones hoteleras.
A pesar de su problema hidrográfico y de las devastadoras sequías que constantemente la han azotado, la provincia de Manabí ha logrado desarrollar ampliamente sus programas de agricultura y ganadería, destacándose sobre todo por su producción de cacao, banano, maíz, arroz, y especialmente café y algodón. Existen además importantes industrias mayores dedicadas a elaborar enlatados de diferentes clases de pescado, muy abundantes en sus mares, así como también aceites, grasas, etc. En el campo de la industria pesada se ha instalado en ella una importante ensambladora de vehículos.
También hay que anotar su gran riqueza forestal y su importante desarrollo en el campo de la avicultura.