Romero y Cordero Raphael
Poeta cuencano nacido en el año 1900, hijo de los también poetas Remigio Romero y León y Aurelia Cordero Dávila.
Desde muy temprana edad pulsó la lira poética a la que arrancó acordes singulares de exquisita belleza, sorprendiendo a los críticos que se mantenían aún sujetos a las antiguas corrientes líricas.
Sereno, melancólico y triste, el «Rapha» creó, con su estilo nuevo y audaz, composiciones poéticas innovadoras que fueron combatidas duramente en un medio que, como el cuencano, mantenía costumbres culturales muy conservadoras.
Inconforme con la realidad que le tocó vivir, transcribió en su poesía los diferentes estados anímicos o emocionales por los que transitaba diariamente:
«Señor ¿Por qué en lugar de darme esta alma triste / que me lega el inútil dolor de ser poeta, / si me pusiste estómago de burgués, no me diste / manos de buen gañán y músculos de atleta?»
Por otro lado, su temperamento sensitivo y romántico lo llevó a escribir poemas por medio de los cuales revivía amores imposibles y distantes:
«…por que nos quisimos en tiempo? ya ves, Linda, / lo que hemos conseguido ha sido entristecernos / para toda la vida!»
La muerte fue un tema que siempre tuvo presente, y aunque nunca llegó a obsesionarle, con mucha frecuencia manifestó la realidad de su presencia al extremo que él pidió la muerte que tendría:
«La muerte natural es tan dañina, / tan vulgar… / …mi vida quiere mustiarse con suprema aristocracia: / Ser flor temprana que en el vaso muere…»
Muy joven todavía, apenas a los veinticinco años de edad, en la noche del 3 de agosto de 1925 «las aguas del río Paute abrazaron el cuerpo del poeta en medio de su danza bulliciosa, y lo depositaron en su lecho arenoso y escondido»