Ricardo Montesinos

Pintor y ceramista cuencano nacido en 1947.

Nació en el seno de una familia económicamente bien acomodada, terratenientes que poseían grandes extensiones donde pasó su juventud persiguiendo y enlazando caballos cimarrones en los fríos páramos andinos. Posiblemente desde esa época empezó a ser cautivado por los colores de la tierra y por las figuras humanas que lo rodeaban.

En su época de estudiante vivió en Chile, de donde era su madre -artista concertista de piano- y donde ganó su primer galardón artístico: el tercer premio en un concurso de pintura escolar. Once años vivió en el país de la Estrella Solitaria.

En 1979, nuevamente en el Ecuador, asistió al Salón de Octubre de Guayaquil donde obtuvo la Primera Mención; al año siguiente obtuvo el tercer premio en ese mismo salón y la Primera mención en el Salón de Julio.

“Montesinos comenzó pintando retratos imaginarios de santones orientales y gráficas de concepciones esotéricas. Todo eso era malo y pobre… Luego tuvo un período erótico donde, mezclaba el sexo con Cristos vigilantes y terribles. Siguieron cuadros de manos que trataban de plasmar sus tempestades internas, y luego ojos que miran y son vistos, y a veces se extravían en la búsqueda de lo imposible…” (Mario Monteforte.- Revista Diners, Junio de 1984).

Vinieron luego personajes del mundo abismal, miserables y sobre todo borrachos; y más tarde seres monstruosos rodeados de camándulas, sombras enloquecidas y trazos de rojo sangre.