Rocafuerte (Manabí)
Cantón de la provincia de Manabí.
La población se levanta sobre el antiguo asentamiento indígena de Pichota, descubierto por Pedro de Alvarado en 1534 cuando desembarcó en las costas de Manabí con intenciones de iniciar la conquista.
Desde los primeros años de la colonia el asiento de la parcialidad Pichota perteneció a la Tenencia de Puerto Viejo, y aunque no logró alcanzar gran importancia, ya en los primeros años de la República se había convertido en un poblado floreciente y próspero.
Inicialmente fue parroquia del cantón Portoviejo, al que perteneció hasta el 30 de septiembre de 1852 en que el gobierno del Gral. José María Urbina decretó su cantonización.
Su cabecera cantonal es la población de su mismo nombre y se extiende en una zona muy fértil y rica para la ganadería y para el cultivo de diferentes productos agrícolas.
Una de las características de Rocafuerte son sus antiguas casas de madera tallada, la verja del Parque Central -verdadera reliquia de los primeros años de la República- y la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, que está considerada Patrimonio Cultural del Ecuador.
Pero su mayor encanto y principal atractivo turístico son sus afamados dulces, producto de una tradición que se inició durante la época de la colonia: Suspiros, Amor con Hambre, Galleticas de Almidón, Limón Relleno, Turrón, Cocada, Biscochuelo Ilustrado, y un sinnúmero de golosinas que en épocas pretéritas no se comercializaba sino que se las preparaba exclusivamente para ser brindadas durantes fiestas y celebraciones.
Pero no solo son dulces lo que ofrece Rocafuerte: uno de las mayores atracciones turísticas de este cantón lo constituyen balnearios de agua dulce como El Ceibal, El Horcón, Las Jaguas y Puerto Loor, donde además de disfrutar de refrescantes momentos de diversión se pueden degustar sabrosos platos típicos y frescas cuajadas.