Sixto Juan Bernal

Periodista y escritor guayaquileño nacido en el año 1829.

En 1847 se graduó de Bachiller en Filosofía y viajó a Portoviejo donde estableció un colegio particular, pero al año siguiente volvió nuevamente a Guayaquil donde inició su actividad periodística y fundó los periódicos El Brujo, El Conminatorio y El Popular. Por esa época escribió también para La Opinión y publicó una hoja volante en contra del gobierno del Dr. Vicente Ramón Roca, que ocasionó se dictara orden de prisión en su contra, por lo que tuvo que huir y permanecer escondido en Yaguachi.

En 1849 figuró entre los fundadores de la Sociedad Filantrópica del Guayas y un año después fue desterrado por asuntos políticos relacionados con el gobierno del Crnel. Manuel de Ascázubi. Más tarde, en 1852 volvió a Guayaquil y fundó La Rebusca, periódico por medio del cual empezó a combatir duramente al gobierno del Gral. José María Urbina.

“Don Sixto Juan Bernal tenía invencible vocación al periodismo. Luchando con el medio poco favorable en las épocas en que le cupo actuar, tras un fracaso hacía surgir nuevos órganos de publicidad. Era, como muchos personajes de la América Española, una enciclopedia de conocimientos y habilidades para distintos ramos de la actividad humana... En el magisterio hizo labor prolongada y a la par que enseñó, compuso textos que le han colocado entre los escritores didácticos de que puede ufanarse el Ecuador...”

(Gustavo Arboleda, El Periodismo en el Ecuador).

Años más tarde ingresó a la política proponiendo y respaldando las candidaturas presidenciales de los señores Pedro Moncayo, Francisco de Aguirre Abad y Pedro Carbo; apoyó al Gral. Francisco Robles, justificó la mano dura del Dr. García Moreno, mantuvo una clara imparcialidad durante las administraciones de Jerónimo Carrión y Javier Espinoza, y defendió acaloradamente al Dr. José María Plácido Caamaño.

En 1871 publicó la obra de teatro “El Ultimo Huancavilca y el Primer Guayaquileño”, y estrenó en el teatro Olmedo de Guayaquil dos piezas muy interesantes: “Salamandra” (cómica) y “El Paso del Soldado”.

Fue el mayor impulsador de la Biblioteca Municipal de Guayaquil. Escribió un texto de Aritmética, un Compendio de Gramática Castellana, varios tratados sobre Higiene, Agricultura, Comercio y Economía Doméstica, y fue autor de leyendas históricas como: “La Viuda de Ricaurte”, “Los Voluntarios del Guayas”, “La Muerte de Agustín Franco”, y “La Venganza de Troyes”. Finalmente, en 1885 escribió un drama titulado “La Muerte de un Valiente”.

Murió en Guayaquil, el 5 de febrero de 1894.

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