Tomás Martínez

Ilustre educador guayaquileño nacido el 15 de marzo de 1838, hijo de don Juan María Martínez Coello y de la señora Dolores Avalos.

A los doce años de edad inició sus estudios secundarios en el Colegio Nacional San Vicente del Guayas, donde tuvo como condiscípulos a Lizardo García, Alejo Lascano, Adolfo Nevárez, y otros que tendrían relevante actuación en la vida del país.

En enero de 1868, a los 31 años de edad abrió en Guayaquil su establecimiento educacional al que llamó “Escuela Privada de Niños, dirigida por Tomás Martínez” -para alumnos internos, semi-internos y externos-, y sus enseñanzas las respaldó con un cartel que decía: “Se garantiza la enseñanza. Ningún alumno debe pasar más de un año en una clase; y si al final del quinto año o antes (respectivamente a la clase en que haya entrado) su enseñanza no estuviere a satisfacción del interesado, el Director promete continuarla, sin ninguna remuneración, hasta la mejor aptitud de que sea capaz el alumno. En uno y otro caso, el interesado debe probar, con los recibos correspondientes, que el niño ha asistido sin interrupción”.

“Tomás Martínez fue un precursor. No pertenecía a su época. Tomaba al alumno como su personal discípulo. Su enseñanza y preceptorado eran individuales. A cada niño o joven lo trataba de acuerdo a su natural carácter, a sus propias inclinaciones, a la limitación de su capacidad. Trazó a la niñez, a la juventud, a la ciudadanía del mañana una senda de probidad, de rectitud, de lealtad con su propia conciencia. Jamás permitía, mucho menos obligaba, a una delación. Perseguía y castigaba la debilidad que conduce a la cobardía. Era severo, pero paternal. Era riguroso, pero comprensivo. Era humano, profundamente humano” (R. y H. Martínez Torres.- Cincuenta Años Después: Martínez Mera, tomo I, p. 22).

Dedicado a su altruista y abnegada labor de educador de juventudes, don Tomás Martínez murió en su ciudad natal el 24 de marzo de 1894.

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