Tratado de Giron
Llamado también Convenio de Girón, es un documento que fue firmado el 28 de febrero de 1829, luego del triunfo de las fuerzas colombianas (el Ecuador no existía aún como país) sobre las peruanas, en la célebre e histórica Batalla de Tarqui.
Este documento, que de alguna manera pretendió establecer los límites entre los dos países, fue firmado, por parte de Colombia y a nombre del Gral. Sucre, por los generales O’Leary y Flores; y por parte del Perú, en representación del Gral. Lamar, por los generales Gamarra y Orbegoso.
Por medio de este tratado el Perú se comprometió a devolver la ciudad de Guayaquil, con todos sus parques de guerra; al reembolso de los gastos efectuados y contraídos por el puerto y el Azuay en la campaña, a la retribución de daños particulares y a la desocupación del territorio por la provincia de Loja. Además, es importante destacar el artículo 2 de dicho tratado que dice: «Las partes contratantes, o sus respectivos gobiernos, nombrarán una comisión para arreglar los límites de los dos estados, sirviendo de base la división política de los virreinatos de Nueva Granada y el Perú en agosto de 1809, en que estalló la revolución de Quito; y se comprometerán a cederse recíprocamente aquellas partes de territorio que por los defectos de una inexacta demarcación perjudican a los habitantes».
Aquí es preciso destacar que el Tratado de Girón fue un tratado de paz y no de límites, aunque intentó establecer los procedimientos que deberían seguirse para determinar los límites entre Colombia y Perú; cosa que no se cumplió, pues pocos días después de su firma el Perú pretendió desconocer dicho documento y se negó a entregar la ciudad de Guayaquil que había sido tomada al iniciarse las hostilidades.
Ante esta situación, el propio libertador Simón Bolívar -que se encontraba descansando en las cercanías de Guaranda- ordenó al Gral. Flores iniciar una nueva campaña para desalojar a los invasores. El 16 de junio de 1829 Flores atacó Samborondón, contando para el caso con el apoyo que le brindó desde Guayaquil el Gral. Wright; y tres días más tarde Bolívar llegó a Buijo (en Samborondón) y junto a Flores planificó la estrategia a emplear en la jornada final. Para entonces, los peruanos habían abandonado precipitadamente Babahoyo, Daule, Baba, Samborondón y Yaguachi.
Al término de esta campaña -que duró cerca de seis meses- se firmó el Tratado de Guayaquil.