Voltaire Paladines Polo
Periodista y dirigente deportivo nacido en la ciudad de Santa Rosa, provincia de El Oro, el 30 de diciembre de 1915; hijo del Sr. Aurelio Paladines Villacís y de la Sra. Irene Polo.
Tenía 9 años de edad cuando pasó a fijar su residencia en la ciudad de Guayaquil, donde realizó todos sus estudios que culminó en el Colegio Marco A. Reinoso, donde obtuvo el título de Contador Público.
En 1937 ya se había despertado en él su vocación periodística y empezó a trabajar en el programa «La Hora Deportiva» que se trasmitía por radio El Telégrafo. Posteriormente pasó a gerenciar la Compañía Radiodifusora del Ecuador «CRE», y finalmente, en 1945 fundó el Sistema de Emisoras Atalaya.
Luego de varios años de trabajar afanosamente en beneficio del desarrollo del deporte nacional -como dirigente y a través de sus comentarios en las emisoras más importantes de Guayaquil-, en 1958 fue nombrado Presidente de la Federación Deportiva del Guayas. Se convirtió entonces en verdadero «adalid» del deporte provincial y nacional, y desempeñó dichas funciones hasta el 1 de diciembre de 1976, en que luego de haber cumplido una límpida y brillante trayectoria -que se ve reflejada en importantes obras y estructuras deportivas de Guayaquil, tales como el Estadio Modelo y el Coliseo Cubierto que hoy lleva su nombre-, se retiró para cumplir con otras obligaciones relacionadas con la dirigencia deportiva.
En 1974, en su calidad de Presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano llevó a cabo uno de los triunfos más importantes y notables del deporte nacional: La restauración de los Juegos Deportivos Nacionales, que no se habían realizado desde 1935; es decir, habían pasado casi cuarenta años de total abandono deportivo en el campo del olimpismo nacional.
Como dirigente prestó invalorables servicios a todas las disciplinas deportivas, y logró para el Ecuador importantes triunfos internacionales. Por eso, en homenaje a su labor en pro del desarrollo del deporte, el gobierno nacional le otorgó las más altas condecoraciones. Recibió además la «Gran Cruz Olímpica», otorgada a los más altos y distinguidos gobernantes o directivos del deporte olímpico en el mundo.
Don Voltaire Paladines Polo, ejemplo de la dirigencia deportiva del Ecuador, murió en Guayaquil -ciudad que lo acogió como al mejor de sus hijos- el 3 de diciembre de 1982.